Tanto el referendum del 5 al 12D (mal llamado consulta), como las elecciones del 6 de diciembre de este año 2020, son una gran estafa al país. Aprovecho esta oportunidad para reafirmar lo que a todas luces es el clamor del venezolano, en las próximas líneas de este artículo.
Nosotros los venezolanos gritamos a toda voz, sin escrúpulos y con energía por la libertad.
Nunca hemos sido tímidos y tampoco silentes, lo demostramos con rebeldía y coraje todos los días, tanto los que decidimos quedarnos en este hermoso país luchando por sobrevivir, innovando, inventando, con una mente abierta al cambio constante; como los que optaron por una salida forzosa, porque me consta que cada venezolano que se fue de su patria amada aún llora en silencio aunque nadie los vea, sin importar donde se encuentren, ya sea en un país solidario u hostil.
Pero hoy los venezolanos somos más valientes que nunca, porque planteamos una verdadera salida ante esta lamentable situación, una Operación de Paz y Estabilización. Sabemos que es la única alternativa que nos queda y no precisamente es la más fácil; ratifico además que no es un invento o un acto desesperado, puesto que a nivel mundial se han estructurado en el pasado este tipo de acciones, en diferentes oportunidades y en varios ámbitos para enfrentar al mal en general.
Ejemplos hay de sobra, por supuesto ninguno es igual al actual caso venezolano; porque se trata de una situación inédita donde convergieron todos los males como el terrorismo, narcotráfico, corrupción, prostitución, desamor por la naturaleza, entre otros. Si, efectivamente parece que fue abierta en Venezuela la caja de pandora y salieron de ella todos los males juntos, como un cáncer muy agresivo que se expandirá a nivel mundial de no ser extirpado.
Sin embargo, aunque esta Operación de Paz y Estabilización no es fácil, considero que somos muy valientes al proponerla, porque es un verdadero reto en sí misma. Comenzando por convencer a los engañados, decepcionados (tanto por el socialismo, como por la falsa oposición) y ahora apáticos.
Debemos Lograr estructurar la organización de los individuos dispersos que están claros y convencidos de que este es el camino a seguir, al mismo tiempo continuar la lucha por unificar a los líderes incorruptibles y sinceros que no deseen pactar con el enemigo, ni venderse al mejor postor, así como efectuar una verdadera negociación internacional que establezca acuerdos sin medias tintas ni trasfondos, para convencer a los gobernantes de los países aliados de que somos equipos serios de trabajo, bien claros en nuestros planteamientos y así, finalmente poder avanzar en la realización de la acción quirúrgica, con el menor sufrimiento posible de aliados y civiles, esperanzados de ver un destino mejor para Venezuela.
Nadie pensó que fuese fácil. Solo falta tesón, constancia y perseverancia para continuar construyendo esta salida, sin distracciones o cortinas de humo, como las que les comenté al inicio de este artículo. Nuestro clamor se basa en construir juntos (con fuerza interna y externa, junto a nuestros aliados) una Operación de Paz y Estabilización.