Desde la antigüedad, tomando como referencia los primeros postulados que con el devenir de los siglos sirvieron de base al derecho romano, se sentaron los fundamentos que llevaron a determinar la regulación de conducta mediante un sistema de normas hoy conocidas como jurídicas.
Entre esos postulados cabe destacar dos (2) grandes estructuras conceptuales, a saber:
1- Las bases de valoración de la conducta: Vivir honestamente, no hacer daño y dar a cada quien lo que le corresponde.
2- El derecho natural: Entendido como la recta razón sembrada en la naturaleza humana que ordena hacer lo que debe hacerse y prohíbe las contrarias.
De estos dos (2) postulados, el primero data desde la fundación de Roma (700aC) donde era reconocida otra institución denominada «mores maiorum» consistente en las normas que se iban estableciendo por los padres en función de la moral mayor, siendo este el significado de la referida institución «mores maiorum», vale decir, la moral de los mayores (los padres).
La segunda se corresponde a un enunciado atribuido al político y orador Ciceron al decir que «…el verdadero derecho es la recta razón conforme a la naturaleza, es de aplicación universal, inmutable y eterno; llama al hombre al bien con sus mandatos y le aleja del mal con sus prohibiciones.
Lo expuesto es traído a colación a propósito de los anteriores enfoques aquí publicados relacionados con los principios y la convicción de libertad, destacando ante los lectores, particularmente los jóvenes que, la lucha por la libertad y el reconocimiento de esta como fundamento ideal de la naturaleza humana tiene sus profundas raíces en nuestra devenida ciudadanía del hemisferio occidental donde se sentaron las bases de la libertad como profunda realización humana desde la era antigua. Es decir, la civilización occidental nació enarbolando las banderas de la libertad como elemento determinante a la naturaleza humana.
Por tanto, de los establecimientos de la historia universal reconocidos por nuestra civilización se puede concluir que la lucha del hemisferio occidental ha sido la lucha y el establecimiento de la libertad muy ajeno a lo que han procurado instalar otras concepciones y corrientes socio políticas totalmente ajenos a los fundamentos históricos occidentales, como el totalitarismo, regímenes mono partidistas hegemónicos de naturaleza esclavista desde uso y abuso del poder político.
De tal manera que en las próximas entregas se procura plasmar aquí el arraigo de esos principios de libertad.