No te has planteado la interrogante en tu cabeza de ¿qué me hace sentir vivo? ¿Cuál es la razón real de mi existencia? ¿Qué sentido tiene la vida?.
A ver, piensa en retrospectiva y analiza si en algún momento se te ha pasado por el pensamiento o lo has razonado en lo más mínimo. A mí me ha pasado, muchos le llaman dudas existenciales; por ejemplo, uno de mis mayores miedos es la muerte.
Pero no quiero hablarte de esto, de lo que quiero hablarte es de la vida, de lo interesante y lo maravilloso que tenemos que hacer para mantenernos fuertes, útiles y productivos; pero no solo eso, sino que cuando sintamos que perdemos el enfoque y nuestra visión siempre hay una luz y una recreación fantástica para darle sentido y motivarnos a seguir con nuestros sueños y proyectos.
El ser humano por naturaleza se mueve por emociones e instintos (más allá del carácter racional que tenemos), aquí quiero detenerme, porque el individuo busca aferrarse a una motivación que le haga dar sentido al desarrollo pleno de sus satisfacciones…
Entonces, nos encontramos con un mundo fascinante que es el ARTE. Tan increíble que nos permite: pensar, reflexionar, crear, motivar, influir, identificar y comunicar.
¿Qué vas a decir? ¿Cómo lo vas a decir? Acaso esto, ¿no es un proceso intelectual para poder expresar ideas y pensamientos? A esto me refiero, el individuo buscará de cualquier manera reafirmar su existencia y el sentido que tiene la misma, a través de las expresiones artísticas lo puede hacer.
Una grandiosa autora de la corriente objetivista dentro del liberalismo, Ayn Rand, en su obra literaria «El Manifiesto Romántico» nos decía que «el arte es una recreación selectiva de la realidad de acuerdo a los valores y juicios metafísicos del artista» esto es necesario desmenuzarlo y digerirlo puesto que la metafísica ha sido entendida como una rama filosófica que ha dado sentido a la naturaleza, estructura y principios fundamentales de la realidad. Existencia, objeto, propiedad, en fin… visión de vida.
En la literatura encontramos referentes morales y éticos para el valor de nuestros principios e ideales. Encontramos el conocimiento, la avidez, el desarrollo del intelecto, la pasión por los temas de interés personal.
En los poemas y la poesía nos recreamos un mundo a través de la sutileza de cada palabra que da sentido armónico perfecto a los sentimientos que nos invaden, puedes sentirla en tu propio ser o inspirarte y dedicarla. Para mí es una de las ventanas más apasionantes.
En el baile reflejas a través de tus movimientos corporales emociones que te hacen vibrar y haces vibrar a otros más. Hay caracterización, hay expresividad, hay coordinación, hay disciplina, hay fuerza y alegría.
En las esculturas vemos las perfectas creaciones de lo imperfecto, vemos historia, vemos elementos naturales entrelazados. Existe visión. Hay creación, hay técnica, hay moldes y estructuras.
En las pinturas nos encontramos el juego de colores, líneas, simbolos, figuras, difuminados, resaltaciones, textura, diseño. Transmite ideas, cultura, costumbres. Es el perfecto lenguaje sin palabras, recreado por un lienzo y una pluma o un lápiz de color.
En el canto encuentras la melodía hecha magia y realidad, encuentras tono, volumen, ritmo, rudeza, suavidad, inspiración, identidad, energía, pasión. La música en general es una de las expresiones a la que más recurrimos. Sonido, silencios, armonía, composición, identidad.
En el teatro, actuación y cine en general no solo es la proporción de entretenimiento visual más mercadeado, va más allá, es un individuo dándole vida a una obra, dándole vida a un personaje con características específicas. Es estética, son detalles, sentimientos, historias, puestas de escenas, discursos y diálogos, gestos y expresiones, representación, intensidad. En el caso del cine hay más producción, más elementos gráficos, recursos tecnológicos de avance constante. Es producción y dirección.
Brian Stokes Mitchell, cantante y actor de teatro dijo una vez que «la magia del arte (…): tiene el poder de transformar al público, al individuo, brindarles una epifanía que cambie sus vidas, abra sus corazones, mentes y formas de pensar”.
Es que un artista real debe entender muy bien el liberalismo y el capitalismo; puesto que su talento se deriva de su esfuerzo y con eso logra vender, influenciar y motivar almas.
Recordemos que lo que acompaña a un artista y a un liberal en general, ese ‘algo’ en común, es: talento y disciplina. Porque con estas dos virtudes alcanzamos la meritocracia, la competencia y el reconocimiento.
Tenemos hambre voraz de sentirnos realmente vivos, tenemos la necesidad de sentirnos vivos… lo estamos; necesitamos enfoque, coraje, estabilidad emocional y espiritual para poder superar adversidades y situaciones que traten de anularnos como individuos. Por eso nuestra inspiración tiene que ser primaria y de allí empezar a pensar y crear en grande.
Porque tal y como lo refería Rand,«el arte reafirma que estás vivo».