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Miembros de la comunidad universitaria resaltan la importancia de las universidades en la formación del ciudadano. Catalina Ramos, coordinadora nacional de Asociaciones ciudadanas de Vente Venezuela, explica que regímenes totalitarios atacan la formación universitaria para arrodillar a los individuos y acabar con su libre pensamiento

(Caracas 02.03.2020) La universidad representa el futuro y la formación de toda ciudadanía. Es la representación del pensamiento libre y la posibilidad que tienen los individuos de formarse para conseguir su crecimiento y la prosperidad tanto de él, como de su entorno. De esa manera, cada persona ayuda también con el desarrollo de la sociedad.

En el caso de Venezuela, en la actualidad, la universidad representa el espíritu de libertad y resistencia de la ciudadanía que desea vivir en un país lleno de oportunidades y que anhela un cambio político. Así lo define Catalina Ramos, coordinadora nacional de Asociaciones ciudadanas de Vente Venezuela y ex presidente de la Asociación de Egresados de la Universidad Simón Bolívar.

“En la actualidad, la universidad representa el espacio de resistencia y libre pensamiento. En una sociedad con instituciones, suele ser el espacio en el que jóvenes se encuentran para formarse para su futuro con espíritu de superación y excelencia. Para los profesores, es el espacio de debate, de investigación; el lugar en el que pueden formar a otros”, dijo Ramos.

Continuó: “La sociedad necesita ciudadanos que construyan. No es positivo una sociedad con súbditos que estén alineados a un partido único y que la gente se resigne a lo que el sistema le quiera dar. Lo peor es que si ya el control es un problema, a eso se suma que las cosas les llegan a las personas cuando el régimen lo decide».

Además, se refirió a la sentencia 0324 del ilegítimo Tribunal Supremo de Justicia, que obliga a las universidades a unas elecciones de autoridades sin cumplir con la Ley de Universidades y violando la autonomía universitaria. “Todo espacio en el que se promueva el libre pensamiento, el debate de las ideas, la construcción de proyectos propios para su prosperidad, atenta contra el sistema criminal. Por eso, estos regímenes socialistas lo primero que intentan hacer es anular al individuo, sobre todo a aquellos que quedan en las universidades”, sostuvo.

Ramos dijo que no es posible defender a la comunidad universitaria sin lograr la salida de Nicolás Maduro del poder. Resaltó que el régimen continuará atacando a las universidades y para ello utilizará sus instituciones, que, a juicio de Ramos, deben ser desconocidas por los venezolanos. “No es posible lograr nada sin el cese de la usurpación. Si tienes un sistema que declaraste usurpador, todo lo que trabaja bajo ese esquema es usurpación también. No es posible recuperar alguna institución en el país mientras no haya un cambio político”.

Con Ramos coincide Martha Hernández, profesora universitaria de la Universidad de Los Andes (ULA) y coordinadora de Vente Mérida, quien resaltó que la universidad es la antorcha de libertad de todo país y que los venezolanos deben defender a las casas de estudios ante esta nueva arremetida del régimen.

“La universidad es la garante del pensamiento libre y la educación en Venezuela. Los venezolanos decidimos incorporar el principio de autonomía de la universidad venezolana, que es promovedora de innovación, de herramientas y tecnología para alcanzar el desarrollo de la sociedad”, señaló Hernández.

Explicó que la universidad trabaja de la mano de la ciudadanía para aportar soluciones a los problemas que se presenten. También resaltó que la educación es la que permite formar ciudadanos libres con pensamiento crítico. “El régimen de Nicolás Maduro quiere una universidad de rodillas, complaciente con la tiranía, pero eso va en contra de la existencia de la universidad. Quieren acabar con la universidad para acabar con el pensamiento libre en Venezuela”.

Y agregó: “El régimen ha pretendido asfixiar a la universidad. Primero intentó hacerlo con el presupuesto, pero la valentía y gallardía de la comunidad universitaria se ha mantenido de pie y en una actitud de rebeldía ante una tiranía que viola los derechos humanos”.

De igual manera, indicó que “los universitarios no podemos aceptar una sentencia de un ente ilegítimo que atenta contra la autonomía universitaria. Solo los universitarios podemos darnos nuestras normas y nuestro gobierno”.

Tanto Ramos como Hernández aseguran que es necesario que todos los sectores de la ciudadanía defiendan lo que catalogan como la única institución, que promueva libertad, que queda en Venezuela. Ramos pidió a los miembros de la comunidad universitaria aprovechar la coyuntura para abrir el debate sobre los cambios que deben realizar las casas de estudio y comenzar a diseñar la educación que se quiere impulsar en una República liberal.

“Debemos aprovechar esta oportunidad para discutir lo que es la universidad venezolana y también entender cómo llegamos hasta aquí. También para hablar sobre qué universidad queremos en un país libre. No tengamos miedo de dar el debate ahora, mientras defendemos la autonomía universitaria”.

La sentencia y la voz de los estudiantes

Horacio Molina, coordinador de Universidades de Vente Joven y secretario de Cultura de la Universidad Central de Venezuela (UCV), aseguró que la juventud venezolana no está dispuesta a entregar la autonomía universitaria.

“Han intentado todo, pero no han logrado callar a la universidad venezolana. Hoy sentencian a muerte su autonomía. Mientras el régimen usurpe el poder, la universidad estará amenazada. La única solución real es sacar al régimen”, dijo Molina.

Carlos Fernández, secretario político de Vente Joven, llamó a los venezolanos a que acompañen a los estudiantes venezolanos en la defensa de la autonomía universitaria.

“Es TSJ no es tribunal, no es supremo y mucho menos imparte justicia; es el despacho del régimen. A pocas horas de cumplirse el paso de ese ilegítimo TSJ, los estudiantes estamos listos para defender la Universidad y enfrentar a quien tengamos que enfrentar”, recalcó.

Aunque se atrasó la ejecución de la sentencia, lo que ha quedado claro es que los jóvenes se mantendrán en las calles luchando por su libertad. Lo han hecho en la historia del país y lo seguirán haciendo hasta que vean sus sueños cumplidos porque son ellos, los estudiantes universitarios, las antorchas de libertad de toda sociedad.