Venezuela es un país hermoso y con muchas riquezas, tanto que se ha convertido en el ojo del huracán que todo el mundo observa con detenimiento, pero no por destacarse en desarrollo empresarial, comercial o tecnológico, sino por ser la cuna de organizaciones criminales, del narco tráfico y el terrorismo, pues el régimen que tiene secuestrado el poder de las instituciones públicas financia de manera descarada a estos grupos delictivos, ocasionando un caos económico, político y social en el país, que afecta al continente.
En este sentido, los venezolanos se han visto en la obligación de emigrar a otros países que les brinden una mejor condición de vida, seguridad, alimentación, salud e incluso mejores servicios públicos, ya que el régimen criminal ha destruido todo lo que pudo ser avance y desarrollo, de manera que, los ciudadanos venezolanos que aún permanecen en el país sobreviven a la hiperinflación, a la falta de medicamentos, a las falta de servicios públicos e incluso a la posibilidad de poder comprar alimentos.
En este mismo orden de ideas, el régimen ha logrado un control social a través las necesidades de los ciudadanos, por bolsas clap, gas domestico, gasolina o los bonos del hambre, creando así, una cultura de sumisión hacia estos criminales y logrando que las nuevas generaciones pierdan el interés por el estudio, el trabajo, la capacitación y la preparación en pro del desarrollo personal, porque el régimen es hambre, miseria y destrucción, porque nos quieren ignorantes, callados y obedientes sin objeción alguna, para acabar con las riquezas de nuestra nación mientras los criminales se enriquecen y destruyen todo a su paso.
Es por ello, que el llamado es a luchar desde cada lugar donde nos encontremos y desde sus mismos espacios, porque el régimen le tiene miedo al estudio, al trabajo y la preparación, porque el conocimiento es poder, el conocimiento es alzar voces, informar y decir la verdad. Todos sabemos la realidad que hoy enfrenta Venezuela y que su libertad depende de cada uno de nosotros, porque está en juego el futuro y ese futuro son nuestros niños, los adultos del mañana que necesitan oportunidades de progreso, de logro y de abundancias.
Así mismo, cada uno desde sus trabajos, sus negocios, sus escuelas, universidades, sus comunidades, sus casas o en cualquier lugar del mundo donde se encuentren pueden ayudar a la libertad de Venezuela, porque: Qué les diremos a nuestros hijos cuando nos pregunten qué hicimos por nuestro país. Sabemos que son tiempos duros pero también sabemos que nuestra ruta debe ser de coraje, de fuerza y de unión, pero una unión con un objetivo claro “La salida del régimen criminal, sus mafias y sus colaboradores”, porque los venezolanos tenemos unos valores hermosos y muchos creemos en la ética y la moral, porque creemos en la libertad.
En este sentido, todos podemos luchar desde cada una de nuestras trincheras por la libertad de Venezuela, por nuestros hijos, por nuestra familia, alzando voces (informando, comentando, creando, motivando, ayudando, brindando oportunidades, diciendo la verdad y proyectándonos a la salida de los criminales), con firmeza y valentía, porque somos las Bases de la Libertad. No Hay Vuelta Atrás