Por diversos motivos ya los alimentos no se clasifican de acuerdo a sus valores nutricionales, sino que se toman en cuenta aspectos que nada tienen que ver con el aporte de minerales, proteínas, grasas, vitaminas, etc.
El consumidor actual no sólo se limita a exigir calidad nutritiva y sanitaria en los alimentos, sino que también quiere tener el control del proceso que han seguido los alimentos desde el productor primario hasta el momento que llegan a sus manos. Nuevos parámetros éticos, morales, y ambientales son aplicados al momento de seleccionar un producto. Incluso, hasta el sistema de crianza de los animales y las técnicas utilizadas para el control de plagas y enfermedades en los rebaños y cultivos, se han convertido en aspectos importantes para los consumidores.
Debido a estas nuevas exigencias, toda la cadena productiva (productor-procesador-distribuidor-detallista) ha comenzado a sufrir profundos cambios para adaptarse a las nuevas reglas y realidades actuales, en un costoso y doloroso proceso donde el sector primario, como siempre, será el más afectado.
Por ejemplo, los consumidores de huevos de gallina en los Estados Unidos ya exigen que los huevos deben venir de granjas donde no se maltraten las gallinas ponedoras. Hasta el momento, debido a los niveles de productividad que son requeridos, la técnica de producción utilizada exige mantener a las gallinas confinadas en pequeñas jaulas donde caben tres ejemplares que apenas pueden moverse. Las gallinas se limitan a comer y poner, siendo sometidas, a lo largo de nueve meses, a un proceso productivo estresante.
Según normativas de la FAO, ese tipo de producción, que maltrata a las gallinas, debe ser cambiado por otro que les garantice “bienestar”. Uno donde no existan jaulas, las gallinas estén sueltas en galpones y donde puedan desenvolverse con mayor libertad. Esta normativa de “bienestar animal” ya la exigen los consumidores norteamericanos. Debido a esto, el mercado está reaccionando y ya la cadena de tiendas “Walmart” anunció que a partir del año 2025 los huevos de gallina que venda, sólo provendrán de granjas que cumplan con las normas de “bienestar animal” establecidas por la FAO.
Eso mismo va a ocurrir con los productores de leche, pollos, cerdos, cabras y cualquier animal sometidos a procesos de producción estresantes. Eso mismo está ocurriendo con las producciones vegetales a las que se les exige la no utilización de agroquímicos, que son perjudiciales para el medio ambiente y el ser humano. Y eso mismo ocurrirá con cualquier producto al que los consumidores le exijan cambios.
Los ciudadanos actuales están informados, están comunicados y están más organizados. Gracias a las redes sociales pueden emprender campañas, muy efectivas, a favor o en contra de cualquier producto, persona, empresa o institución y generar los cambios que deseen. Son un verdadero poder que pueden cambiar gobiernos, cambiar países y cambiar al mundo. Son un poder que siempre ha estado pero que está naciendo, porque hasta ahora han descubierto la fuerza y la influencia que tienen.
Genaro Méndez.