He leído en varias oportunidades la “normalización” de la situación.
¿A alguien le parece normal que tengamos niños muriendo en hospitales por falta de medicinas?
¿Es normal que tengamos abuelos pidiendo dinero en las calles?
¿Es normal que tengamos que caminar kilómetros porque el Metro dejó de funcionar?
¿Es normal que tengamos que hacer colas para echar gasolina?
¿Es normal que no pueda comprar su bombona de gas cuando quiere?
Entonces, ¿cuál es la normalización?
¿Por unos cuantos bodegones? ¿Porque pusieron luces en el Guaire?
No, mis estimados. Aquí nada es normal. Incluso, que haya bodegones y unos pocos comprando en ellos, no es algo normal, porque es un minúsculo grupo de venezolanos los que tienen acceso a esto.
La realidad es que nuestra gente está cada día con más hambre y menos posibilidades. Que usted no puede enfermarse porque si lo hace, no tendrá para pagar una clínica y en un hospital no encontrará servicio.
La realidad es que por más luces, esculturas y lo que hagan para maquillar la crisis, en los hogares venezolanos, el hambre y la miseria es lo que impera.