¿Qué es lo que realmente negocian? ¿quién les dio el derecho de hablar en nombre de Venezuela? ¿a quién consultaron? ¿a qué juegan?
¿Acaso una elección presidencial puede colocarle fin al desastre que estamos viviendo? Puede que sea parte de la solución, pero es que quién dijo que el diablo cumple sus tratos o pactos, él quiere robarnos el alma por una elección presidencial. ¿Eso vale nuestra dignidad, ese el precio del país?
El alma del país es su libertad y la libertad no se pacta tampoco, se negocia; se defiende, no se entrega. Necesitamos libertadores no negociadores, los libertadores defienden la causa, los negociadores la entregan. Los libertadores dan la vida por esa bandera, los negociadores le ponen precio.
Tú decides cuál debe ser el rol que asuman los políticos de este país: la ruta libertadora o la ruta de la sumisión.
Alberto Rojas
Táchira