Era una noche tibia, estaba en medio de una apacible tertulia donde amigos y algunos conocidos, intercambiábamos -en la placita del solar, parte trasera del caserón de Elio, hermano de amistad- algunas vaguedades y reiterativas discusiones de la situación social y política de Venezuela. Respirábamos un aire preñado del bálsamo de la Dama de Noche. El arbusto se encontraba en un seto, rodeado, celosamente, por una variada vegetación; esperábamos que, esa noche, la flor, efímera, nos acercara a la hipnosis. Bastó que alguien tocara el tema de los líderes políticos. Se desató una discusión de altos decibeles, donde la Dama de Noche imploraba silencio, para poder parir su flor -eso fue lo que conjeturamos algunos de los reunidos, cuando hubo un mutis en un pequeño espacio de tiempo- y la bendita flor comenzó su danzante parsimonia; después de una larga espera, abrió sus pétalos como queriéndonos abrazar.
Luego del espectáculo, la bronca reinició. Alguien habló sobre la participación en las contiendas de calle, la cual deberíamos reconsiderar. Otro amigo, Roberto, con mayor vehemencia, soltó que no era participar, sino, que hubiese un verdadero compromiso de lucha. Algunos de los concurrentes, confesaron, abiertamente, su temor a involucrarse, rememorando la represión de los acólitos del régimen y la cantidad de asesinatos. Otros, pusieron de manifiesto su inconformidad por la ausencia de líderes políticos que estuviesen comprometidos a dar la cara.
Allí replicó mi amigo Elio -como anfitrión- todos respetaron su intervención, manifestando que deberíamos seguir a una líder nacional como María Corina, algunos asintieron con un movimiento de cabeza, otros señalaron que Machado andaba por todo el País desafiando a la tiranía y enarbolando “un quiebre” y “en dictadura no hay elecciones”. Elio intervino nuevamente, haciendo una declaración de reto y de guerra: “critican a María, porque anda por enfrentando al régimen, pero ¿qué están haciendo ustedes por su País? ¿Qué actividades vienen haciendo los supuestos líderes políticos? Considero que es la única que está poniendo su pellejo en peligro, pero con bases, suficientemente, sólidas. Es la querencia de un mejor País y la motivación, de ello, lo que la impulsa a insuflar en todos los venezolanos, el sentido libertario. Es una de tantas razones, como, también, su posición determinante, clara y valiente…, es por ello que, todos, debemos apoyarla”.
Hubo un corto silencio en el grupo. Elio continuó: “es como dice el amigo Roberto, debemos comprometernos para buscar la salida del régimen y desenmascarar, ante quienes, aún, creen en esta falsa revolución y aquellos que están indiferentes, la crueldad con la cual han destruido a nuestro país, el defalco que le han hecho a la nación, la violación de derechos humanos y la vergüenza, ante el mundo, de colocar a nuestra Venezuela como puente del narcotráfico”.
¿Es esto, acaso, lo que deseamos para nuestras familias? Nos tiene que doler, el éxodo de los hijos de esta Patria que se han visto obligados a huir, abandonando sus hogares, estudios y amigos. Nos debe impactar y causar irascibilidad, la muerte de tantos venezolanos asesinados por el régimen y, muchos, muriendo de mengua y sin asistencia hospitalaria. No podemos ser fríos, ante la cantidad de compatriotas comiendo de la basura. Ser insensibles e indolentes, ante esta barbarie, nos convierte en cómplices de la tiranía”.
El silencio era profundo, como las reflexiones. Allí, en la placita del solar, hubo un pacto sin voz, todos subsumidos en los argumentos, como analogía de nuestras propias vivencias. Nos estrechamos las manos y nos quedamos contemplando la Dama de Noche, así como cavilando en la Dama de Oro.