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La respuesta a mi pregunta es que Sí, pero Colombia no pisó el peine político que le planteó el señor Petro lo cual es como si me respondiera a mí mismo sobre mi análisis pasado, ¿Acaso en Venezuela no ganó Chávez?, fundado técnicamente por supuesto sobre alguna posibilidad de ganar el candidato de la ex M-19, posibilidad que se fue a pique el pasado domingo con mucha razón y lógica. La principal razón fue que los colombianos naturalmente veían “las barbas del vecino ardiendo” y desde luego pusieron, como se dice, también sus “barbas en remojo”.

Correcto y recto el pensamiento del pueblo colombiano, pero mucho más tienen que dar ahora los nuevos gobernantes de ese país hermano, abriendo más la democracia y acercándola cada día al pueblo para que éste jamás se tire al vacío con una oferta política engañosa y fraudulenta de corte comunista y corrupta. Ganó el señor Duque holgadamente, volverá a ganar en segunda vuelta y sabe el reto que le espera. Entretanto en el mismo Sur de América, un tanto más abajo, sigue un país: Venezuela en serias dificultades, o mejor decir en bancarrota, diríamos exactamente, en bancarrota gubernamental porque el régimen perdió su legitimidad de origen, no desde el 20 de mayo sino desde hace mucho tiempo. Entonces desgobierna por la fuerza y sobre un granzón de chantajes encima de la nuca de los payasos del proceso. Claro está que aún hay alguna oposición glamurosa que medio entorpece un tanto la lucha correcta.

Oposición que se mira al retrovisor y se inventa cosas épicas y falsas, anti napoleónicas o de los anti césares, calígula y algún otro, pero no pasa el puente a ver qué sucede porque es cómoda  y acomodaticia en todo tiempo y lugar. Sigue creyendo mirándose su propio bolsillo, en que el fondillo del pueblo, también aguanta más miseria, más hambruna, pues le aseguro que: No todo llegó al llegadero. La hiperinflación acabó con todo y a Rosalinda se la gana tirando los dados, ella no viene de gratis muy a pesar del desmadre del régimen. Sin embargo ese narcisismo perfumado de ese “tolético opositor” se disipará con la fuerte brisa que trae el rebote del domingo y la razón y fuerza de estar todos unidos la llevarán los que alertaron los fraudes al principio.