Ahorro e inversión en el mercado libre. El aumento de la tasa de capital y sus variables culturales y políticas.
Parte l
Del tema anterior: Intervención del gobierno en la moneda, finalicé diciendo que lo único que puede aliviar el siempre presente problema de la escasez es el ahorro. Debo decir que están íntimamente relacionados, por ello continuaremos con un ejemplo: imaginemos que usted se quedó solo en una isla. ¿Qué puede hacer? Carece de casi todo, pues empiece o si no ya sabe lo que pasará. De las 24 horas del día dedica 16 horas a recoger frutos de los árboles y las otras al descanso. En principio, cubre sus primeras necesidades: comer y dormir, pero quiere algunas comodidades, es decir, un sitio donde protegerse, donde descansar, etc. Inicia su estrategia contra el tiempo. Debe disponer de una herramienta que le permita bajar frutas de los árboles más rápido y herramientas no muy sofisticadas para poder trabajar la madera y la piedra para un refugio. Pero para eso debe abstenerse de consumir y/o descansar algo. Decide y usa 10 hrs. para recoger frutas y 6 hrs. para fabricar las herramientas necesarias para trabajar, pero consume menos frutas. Esa abstención de consumo de frutas presente es el ahorro. Pero tiene sus motivos: poder consumir más en el futuro y disponer de un refugio para mejorar su calidad de vida. Esa utilización del ahorro para fabricar cualquier tipo de herramientas, es decir, bienes de capital, para aumentar su productividad (producir más en menos tiempo), se llama inversión. Y se hacen por un valor adicional en el futuro que compensan la espera y el «sacrificio» del presente. Parece sencillo, faltarían otras condiciones esenciales, pero es el inicio del desarrollo, del aumento de la calidad de vida. La pobreza nuestra tiene muchas causas, entre ellas, que no comprendemos que el ahorro es muy necesario.
En una economía liberal clásica, el ahorro se expresa (¡pero no es!) en moneda y en circuitos bancarios, nos abstenemos del consumo presente, y parte del dinero que hubiéramos gastado lo destinamos al ahorro (cajas de ahorro, cuentas corrientes, etc.) para fabricar nuevos bienes de capital, «herramientas» que se utilizan en fábricas y elementos de empresas de servicios: he aquí una propuesta, si logramos que 10.000 personas acá en Guayana ahorren mensualmente a través de un fideicomiso, en un año tendrían un capital más los intereses, tendrían en sus manos un poder enorme de disponer cualquier proyecto de inversión viable, llámese fábrica de productos terminados en aluminio o acero, por dar un ejemplo dadas las condiciones comparativas y competitivas que tenemos. Si logramos que la mayoría de los venezolanos se convenzan que el ahorro sin intervención estatal es uno de los pasos a dar para mejorar su condición económica actual, con creatividad e imaginación, que la hay, para «transformar» la naturaleza y, por medio del ahorro, producir esos bienes de capital con los cuales (¡y no nos damos cuenta!) nuestras vidas serían mejor que en cualquiera de las épocas ya vividas. Venezuela por su posición geográfica mundial es la Florida de EEUU y el Hong Kong de la China: es la puerta de Suramérica y siempre ha sido uno de los países de mayores oportunidades potenciales que cualquier país desearía tener. El problema es la falta de ahorro y factores de capital que permitan aumentar la productividad. Alguien puede trabajar «desesperadamente» todo el día, contar con inmensos recursos naturales, pero si su productividad es poca, su situación seguirá siendo desastrosa.
Hay factores culturales que implican mayor laboriosidad, pero por más gente emprendedora y virtuosa que sean, si sufre de inflación y falta de ahorro, no progresará de ningún modo. Supongamos que se inicia el ahorro y comienzan las inversiones, pero si el dinero que usted está ahorrando y hay intervencionismo monetario, su dinero no valdría nada en el tiempo, entonces habrá que cambiar las otras condiciones, y usted tiene el poder para hacerlo: estabilidad política y jurídica, no haya inflación.
Veamos las causas de la pobreza de otras regiones del mundo: Guerras, inestabilidad política, y si a eso sumamos el estatismo y la inflación….. ¿Cómo va aumentar el ahorro en el circuito bancario en esas condiciones? Pero el problema es que después se dice que la pobreza es causada por el «capitalismo». ¿Qué capitalismo? Yo no lo veo. ¿Quién es el ciego, yo o los que critican al capitalismo? Yo lo que veo es estatismo: empresas privadas protegidas y privilegiadas por el estado, estatizaciones, regulaciones, impuestos muy elevados, inflación, nacionalismos que podrían terminar en terribles guerras…..Bancos mundiales y fondos monetarios internacionales que prestan a gobiernos para que sigan con su estatismo….Y algo de moda en la Venezuela actual: improvisación, regaladoras de dólares, bienes y servicios e intervencionismo ideológico en otros países, y todo esto gracias a los dólares que genera nuestro petróleo, su petróleo, su palanca para hacer riqueza. Tema del que hablaremos después muy ampliamente. ¿Qué tiene que ver todo eso con el mercado libre? De esto se trata, de una radical diferencia de interpretación del mundo y de una radical posición que debemos asumir para transformar a la Venezuela que queremos…..Toda la horrible pobreza que ven en el planeta es porque las condiciones políticas, jurídicas y culturales son tan desastrosas que impiden la acumulación de capital. Las guerras y los totalitarismos y autoritarismos no son catástrofes naturales. No, son producto del hombre. Está en nuestras manos cambiar eso. Ampliaremos mas este tema en una 2da parte.
Ing. Jesús M. Ortiz.
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Coordinador de Promoción de Valores Vente Venezuela Edo. Bolívar
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