Por muchos años hemos visto la urgencia de la salida de este régimen corrupto, narcotraficante y destructor que ha sumergido en la oscuridad a nuestra nación.
Como ciudadanos hemos salido a las calles a reclamar nuestros derechos, donde jóvenes han dado su vida para alcanzar la libertad. En ocasiones hemos visto cerca la luz al final del túnel. Sin embargo, esta se ha apagado cuando algunos factores -entre noches oscuras y turbias- sobreponen sus ambiciones e intereses personales por encima de la mayoría y de esa manera nos vuelven a sumergir en la oscuridad.
Es por ello que si cada ciudadano alza su voz hasta ser escuchado por aquellos supuestos “líderes” para exigirles el fin de las improvisaciones, podremos lograr el cambio.
No permitiremos más chantajes cuando se trate de transmitir nuestro descontento a través del único derecho que nos ha quedado, que son las protestas. Nos llamaron colaboracionistas de la dictadura, pero estamos claros de la realidad: no más negociaciones.
Los ciudadanos debemos decirle tanto al narco-régimen como a los negociadores de oficio que por culpa de sus errores y malas decisiones seguimos en dictadura, una dictadura concebida desde La Habana con el único fin de reprimirnos y evitar nuestra redención hacia la libertad definitiva. No permitiremos más errores que solo han cobrado vidas de inocentes y en muchos casos de jóvenes que no han conocido otro sistema soñando con un cambio. Es momento de escuchar a la población como un solo bloque que quiere vivir en libertad. Es el momento de que los ciudadanos que reclamamos nuestra libertad y que sin duda alguna la vamos a alcanzar. Llegó la hora de todos los ciudadanos que anhelamos la libertad para refundar nuestra nación: VENEZUELA.