Escuchamos una entrevista por un circuito radial de gran prestigio en Venezuela. En la misma cabina se encontró María Corina Machado frente al mejor entrevistador del país: César Miguel Rondón. Pasaron por el episodio anterior, sin sufrir heridas difíciles de restañar, lo cual agradecemos los demócratas convencidos de que ambos tienes más cercanías que desencuentros.
Comenzaron analizando la realidad del país con total crudeza, sin recurrir al atajo, como muchos actores políticos tienen por costumbre para no molestar los oídos de Miraflores. La realidad descarnada descrita en los labios de una valiente mujer, frente a las agudas preguntas de un brillante comunicador. La conversación fluyó hasta la coincidencia en muchos de los temas. Impactante reabrir el debate sobre el espíritu del 23 de enero y su contribución con nuestro despertar libertario. Sin duda un hecho mayúsculo debido al panorama actual de la coyuntura histórica, mucho más cercana en el tiempo que la gesta independentista que nos legaron los héroes eternos. Fue clara su visión sobre la crisis nacional. Nada de reacomodos verbales para no llegar hasta el puerto de la cruda realidad; siempre con la autenticidad de mantener un discurso coherente que conecta eficazmente con aquello en lo que se cree ciegamente. No es doble cara como algunos especímenes del zoológico político venezolano, mentirosos pertinaces que si les toca vender a sus progenitoras lo harían con gusto; al igual que lo hacen con los sueños democráticos de millones de ciudadanos.
En dieciocho años de totalitarismo su lectura sigue siendo errada: creen que pueden acordar un proyecto de transición que conduzca hasta la paz. Olvidan que la revolución bolivariana es la antítesis de la civilidad; ellos aman la sangre inocente derramada en las calles. Auspician el hambre y la degradación humana hasta el último átomo. Planean un diálogo que es un oxigenante cerebral para el régimen, mientras el país cae en el abismo. El cogollo de los pseudodemócratas anda haciendo puentes para acordarse con el horror. Su conducta es la mayor traición que pueda perpetrarse. María Corina fue muy precisa con respecto a la legitimación de los partidos. ¿Acaso tenemos democracia? Se olvidan de la persecución a todo lo que huela a libertad ¿Será que los presos políticos saldrán al poner la huella dactilar? ¿Cómo queda la MUD y las denuncias ante los organismos internacionales en donde se acusa al tramposo CNE, si salieron como corderitos a plegarse al órgano electoral que está al servicio del narco estado?
Estamos inmersos en las fauces de un monstruo que busca devorarnos. El esfuerzo tiene que ser salir de Nicolás Maduro de manera inmediata. Quieres desean cohabitar con ellos: son simplemente agentes encubiertos de este modelo.
La amena conversación logró un encuentro entre dos personas inteligentes que saben sostenerse en sus roles. César Miguel Rondón da cátedra al realizar un trabajo impecable sin presionar a su entrevistado; su rol es descubrirlo ante su gigantesca audiencia que siempre será el juez. La claridad mostrada por María Corina Machado en los minutos con el talentoso periodista hizo que sus ideas pudieran captarse de manera correcta. Ella es el prototipo de la mujer venezolana: Luchadora infatigable en defensa de nuestros derechos. La firmeza de sus convicciones la hacen una referencia moral incuestionable.
@alecambero