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¿O la muerte de cuarenta y un venezolanos en 2014 no vale de nada?

41 parece un número chiquito, insignificante, puede que hasta insulte a los 24.763 venezolanos asesinados en 2013. Pero esos 41 venezolanos recibieron un tiro en la cabeza por querer una Venezuela libre.

No. Todavía no estamos en dictadura, pues esas muertes fueron provocación de algún sector opositor al gobierno “legítimo y democrático”… (Dirán algunos de amarillo).

¿Y la escasez y las colas? ¿Tampoco es dictadura?

El Trending Topic este último año ha sido la absurda cantidad de colas en los abastos y supermercados. O cómo se nos van los ojos cuando vemos las bolsas ajenas, intentando ver qué producto consiguieron. Continuamente nos quejamos de los bachaqueros y acaparadores, sin que remotamente nos venga la idea a la cabeza de que en un país libre los supermercados están abastecidos, y ni con el bachaquero o el acaparador existe escasez, que en una economía libre los productores no tendrían las manos atadas, habría libre oferta y demanda.

Quizás es que somos radicales. Todavía no podemos llamar esto dictadura.

¿Y los presos políticos? ¿O el debido proceso?

Leopoldo y Daniel ya tienen más de un año presos, Antonio se les sumó hace un par de semanas atrás. Sus vecinos no son sino un grupo de estudiantes y ciudadanos que decidieron desconocer al Poder ilegítimo, y hoy por hoy han sido torturados y humillados. Secuestrados por la policía política en una tumba sacada de una mente muy similar a la del Gran Hermano, sin colores, sin noche, sin Derechos Humanos.

¿Inocente hasta demostrar lo contrario?

Pues no. En Venezuela son culpables, pues el gobierno lo dice, porque aunque los testigos y peritos sean oficialistas, y tengan cargos en el gobierno, aunque hayan jurado patria, socialismo, y muerte, el gobierno así lo dice, que son culpables, y si lo dice seguro es verdad… dicen algunos disque opositores.

Lo que ya no se puede tapar como democracia es la resolución 008610. Esta resolución es el decreto a muerte a la disidencia. Es la bala que atravesó el cuello de Kluiverth, la soga que ató el cuello de El Aviador, son los cuerpos de los estudiantes ajusticiados por diferir, los 41 venezolanos asesinados en 2014, son las colas y la escasez, las balas atravesando los pechos libertarios que deciden desconocer al régimen, que se rebelan ante la tiranía. Es ese miedo disfrazado de indiferencia que a muchos nos impide reaccionar. La resolución 008610 es el asesinato cada noche a la libertad, a la justicia y a la democracia.

Pero la resolución 008610 también es ese motor que nos debe inspirar a salir, si todo lo demás quedó de lado, los presos políticos, la inseguridad, la corrupción, esta resolución al menos es ese poder que tenemos cada venezolano de desconocer al régimen y salir a la calle. Somos más que esto, más que un número en el brazo para poder hacer la cola, más que un voto en dictadura, más que una bala entre la frente. Somos La Nación que liberó otras cinco patrias latinoamericanas. Somos Dudamel y Simón Díaz, Maickel Melamed y Edgar Ramírez, Andrés Bello y Andrés Galarraga. Somos la democracia atrapada en los pechos de los jóvenes secuestrados en el SEBIN. Somos la respuesta.

Quizás solo soy una soñadora, o una radical, y debo quedarme sentada esperando a salir de este régimen con una ley habilitante, o con unas elecciones parlamentarias, pues, aunque escribo esto a tres años del asesinato de Karen Berendique por parte de funcionarios policiales, «no estamos en dictadura».

Politólogo Mariangelina Socorro Patiño
Twitter: @MariangelinaSoc