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Los venezolanos siempre nos hemos sentido orgullosos de nuestras mujeres.

Venezuela es el país de las reinas de belleza, y además la nación de mujeres echadas pa’lante, de mujeres que demuestran día a día su casta y valor.

La grandeza de nuestro país siempre se ha medido por el talento, capacidad, entrega y sacrificio de nuestras mujeres.

La venezolana ama de casa, profesional, luchadora social y política ha sido protagonista de nuestro devenir histórico, ha sido pilar fundamental para la construcción de la Venezuela de siempre.

Y son ellas las que más caro han pagado la instauración en el país en el socialismo del siglo XXI. Porque este modelo ha hecho sufrir a nuestras mujeres.

A pesar que hipócritamente el régimen utilizó el autocalificativo de “feminista”, en estos 18 años las féminas han vivido una amarga experiencia.

¿Cuántas madres no han llorado a mares por la muerte de sus hijos? ¿Cuántas madres y esposas no se encuentran en esta hora haciendo colas interminables o buscando por todas partes los alimentos un poco más económicos? ¿Cuántas de nuestras jóvenes profesionales han tenido que irse del país buscando nuevos horizontes y expectativas?

La escasez de productos, la inflación y la inseguridad han hecho padecer a millones de mujeres, y todo a consecuencia de un modelo opresor y denigrante que destruyó toda nuestra capacidad productiva y de crecimiento.

Mientras nuestras madres lloran desesperadas porque no tienen nada que darle de comer a sus hijos, el régimen experto en parafernalias llevó a los restos de la Negra Hipólita, la Negra Matea y de Apacuana al Panteón Nacional.

De hecho, que estas mujeres se encuentren en el “altar” de la patria es un reconocimiento de su labor histórica, no obstante lo que sí es reprochable es que el régimen utilice su recuerdo y su papel en el pasado venezolano para ocultar el desastre de su gestión.

Y, tenemos que decirlo, las herederas de Juana “La Avanzadora”, Luis Cáceres de Arismendi y de Eulalia Ramos de Chamberlain (Buroz), son nuestras actuales guerreras por la libertad de Venezuela: María Corina Machado, Mitzy Capriles de Ledezma y Lilian Tintori.

Son estas tres mujeres las que, por la vía de los hechos, reivindican el papel histórico y combativo de nuestras madres, esposas, hijas y nietas, que encarnan el espíritu aguerrido y fuerte de nuestras mujeres que ayudaron a sellar nuestra independencia.

Sin duda, las venezolanas de hoy siguen siendo las mismas mujeres que siempre han sido. Las venezolanas son perseverantes, inteligentes, soñadoras y pujantes.

En el pasado Día Internacional de la Mujer, nuestras madres, esposas e hijas pasaron la jornada entre colas y angustias, pasaron su día en medio de las consecuencias devastadoras de un modelo socio-económico que aniquiló nuestros sueños.

Frente a esto, Vente Venezuela un partido dirigido por la valentía de una mujer, María Corina Machado, celebra en las calles esta lucha por un país libre y desarrollo que merecen tanto las mujeres como los hombres de esta tierra.

 

@wcaballerolopez