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“La gente llora en las farmacias de Cumaná”, dice un joven visitador médico, a punto de llorar él también; minutos más tarde frente a la farmacia en la Plaza Miranda una mujer no puede contenerse. Me abraza desesperada porque lleva toda la mañana peregrinando por una medicina para su hija.

Es urgente, no aguantamos más. No hay excusa; ni para este desastre, ni para tolerarlo más. Han importado medicinas vencidas, triangulándolas vía Cuba. Las queman. No dejan huella del jugoso negocio. Lo han hecho con alimentos, semillas. Es indignante.

Pretenden usar el anuncio de elecciones parlamentarias de 2015 como válvula de escape para mitigar la tensión y la urgencia creciente de los ciudadanos que sabemos que sólo con la salida de Maduro y su régimen, iniciaremos la reconstrucción del país y daremos solución a los problemas que nos asfixian. Por eso afirman que las elecciones son la única forma de lucha e insinúan un adelanto del proceso electoral. Pospusieron más de 4 años las elecciones de concejales, eliminaron las de las juntas parroquiales, y no tendrían reparo en manipular el cronograma y las condiciones de las parlamentarias para mantenerse en el poder. Si se lo permitimos.

Para derrotar una dictadura hay que enfrentarla todos los días, en todos los planos democráticos. El régimen controla todos los poderes públicos, incluyendo al CNE. Es un error creer que la derrota electoral del régimen llevará a su derrota política; será al revés! La próxima lucha electoral debe estar precedida por la lucha política y social. Debemos organizar las fuerzas ciudadanas, estimular la protesta,contagiar la esperanza; obligar al régimen a respetarnos, incluso en la designación de los rectores del CNE, los cuales deben cumplir, todos, con la Constitución.

El drama que vivimos tiene solución. Venezuela tiene una capacidad de recomposición enorme; tenemos una gran energía creadora acumulada y profundas lecciones de estos años de lucha. Las barreras ficticias entre hermanos serán demolidas y los venezolanos que se han ido regresarán para ayudar a reconstruir nuestro país.

Urgencia es el sentimiento que crece. El clamor de una sociedad que entiende lo que está en juego en esta hora. La respuesta no puede ser esperar.

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@mariacorinaYA