Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

En Marzo de 2007, el Banco Central de Venezuela anunció la reconversión monetaria, una medida conocida popularmente como “quitarle tres ceros a la moneda”, la cual se hizo necesaria según el Banco Central, para “facilitar las transacciones”, es decir, la inflación se había acumulado tanto que había que hacer más fácil contar los billetes y monedas. La medida que anunció el BCV consistió exactamente en eso, cambiar todos los billetes y monedas por sus equivalentes divididos entre mil, y añadir un billete de 100 bolívares. Sin embargo, el BCV, en vez de revertir curso en cuanto a política monetaria para que otra costosa reconversión monetaria no fuera necesaria, este decidió profundizar en la fallida política de crear masa monetaria para cubrir los déficits de la creciente maquinaria estatal llamada PDVSA.

Desde que se realizó la reconversión monetaria, la inflación acumulada ha sido de 24 mil por ciento; así es, 24000%. A partir del año 2007 hasta 2016, los precios se han multiplicado por doscientos cuarenta y uno, lo que equivale al porcentaje mencionado anteriormente. Estos datos son de la inflación general, pero si fuera solo contando los alimentos serían más espeluznantes de lo que ya son. Si no lo creen, recuerden cuanto costaba una empanada en 2007, ¿2 bolívares fuertes? ¿Y cuánto cuesta hoy? Alrededor de 1000 bolívares fuertes, más de 240 veces el precio, unas 500 veces.

Que el BCV vuelva a hacer una reconversión monetaria solo muestra lo extremo de la inflación que ellos mismos han causado, pero no crean jamás que lo hacen para “facilitarnos las transacciones”, lo hacen porque imprimir un billete de 100 bolívares cuesta más de 100 bolívares; ¿la solución? Que diga 20 mil bolívares y solucionada la inflación. Desgraciadamente, mientras cada día se hacen más comunes las noticias de niños múrido de hambre en nuestro país, al régimen en vez de sentir compasión simplemente siguen adelante robando todo el dinero que puedan, y si no alcanza imprimiéndolo.

A pesar de todo lo negativo, hay una forma de parar esta espiral inflacionaria inmediatamente, y dar una vuelta en U antes de llegar al abismo del hambre generalizada. Este cambio de curso implica que no hay espacio para vacilar, hacerlo a medias es condenar a Venezuela a décadas de pobreza y estancamiento, pero completarlo impulsaría a los venezolanos a cumplir sus sueños sin nadie que los detenga, levantándolos de la pobreza masivamente en un corto período de tiempo.

Primera medida: Eliminar los controles de precios y de cambio. Sin esta medida no hay plan que funcione para detener la cercana hiperinflación y escasez. Todos los economistas acuerdan que los controles de precio generan escasez al restringir la oferta e impulsar la demanda. Eliminar los controles de precio no va a disparar los precios porque ya nadie vende al precio controlado sino al de mercado negro, por el contrario, los disminuirá, porque permitirá a las empresas producir legalmente y competir entre ellas, acabando con escasez e inflación.

Segunda medida: Privatizar PDVSA. Petróleos De Venezuela es la empresa petrolera más ineficiente del mundo, es además la fuente más grande de corrupción del país, y le da el control al gobierno de toda la entrada de dólares al país. Dividir y vender PDVSA permitiría a nuevas empresas explotar eficientemente los recursos petrolíferos y gasíferos del país, aumentando la mermada producción de nuestro país; además, le permitiría incrementar la oferta de moneda extranjera, fortaleciendo así el Bolívar. Por último, estas medida acabaría con la mayor fuente de corrupción porque el gobierno no estaría involucrado en la producción o comercialización, eliminando cualquier espacio para que algún funcionario corrupto actúe.

Tercera medida: Devolver las empresas expropiadas. Las empresas estatales son muy ineficientes o simplemente no producen nada. Devolver estas empresas a sus dueños incrementaría la producción de todo tipo de alimentos y productos, disminuyendo sus precios y acabando con la escasez. Además que generarían decenas de miles de nuevos empleos y fuentes de riqueza para todos los venezolanos, y no para funcionarios corruptos puestos por el gobierno.

Venezuela ya está en una crisis humanitaria, cada día que se espera para tomar estas medidas es un día en el que personas mueren de hambre, es un día en el que niños no van a la escuela porque tienen hambre, y es desgraciadamente un día en el que otro enchufado se muda a Miami con el dinero de los venezolanos.