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Más de 100 días arropando las calles de nuestro país con mucha fuerza, fe, determinación y sed de libertad. Hoy todo es incierto, lleno de oscuridad y silencio, sin fe ni mucho menos fuerza, un antes y después del 16 de julio que nos dejó sin aliento… vacíos.

Es increíble que nadie hable ni se preocupe por porcentajes, encuestas, mucho menos por candidatos (lo expresa una ciudadana más). Nadie cree ni apoya una salida posible con «votos» nadie se cree el cuento de: «Lo hacemos porque no hay que dejar espacios libres al gobierno», nadie sabe cómo se come eso, lo único que tenemos claro es que ante intereses personales, dejando a un lado el país, nosotros no caminamos. No es radicalismo, es coherencia.

Tantos años y días de lucha han tenido como meta la salida del dictador y la dictadura. Ciertas decisiones no las apoyamos porque la muerte de más de 100 venezolanos, la privatización de libertad, torturas, injusticias y atropellos no pueden ser en vano, no pueden tener como costo algo tan económico como unas elecciones regionales, es decir unas migajas.

A muchos les ha costado entender que el problema está en Miraflores, no se trata de ser radicales o no, se trata de ser justos y sensibles ante un pueblo que padece y por mucho tiempo ha depositado su fe en los dirigentes y muchos no han sabido responder correctamente. Hoy quieren someterse a elecciones bajo el mismo monstruo electoral. ¿Medir votaciones? Sabemos que somos mayoría, quedó demostrado el 16 de julio. ¿En estos momentos los votos son una manera de protestar? Sabemos que no, no podemos engañarnos ni dejar que nos engañen, sabemos que somos un pueblo resteado con voluntad y ganas de darle fin a este régimen. Enfriar las calles una vez más es un error garrafal.

Los venezolanos somos democráticos, y creo que de eso no hay dudas; nunca hemos descartado la opción de salir a votar, pero somos conscientes de que este es el momento MENOS oportuno para elecciones. ¿Las razones? Muy simples:

1) Existe un gobierno criminal que sigue perpetuándose en el poder y hay un grupo que lamentablemente lo ratifica y les da facilidades.

2) Existe una Asamblea Nacional Constituyente que lo único que ha hecho desde el 30 de julio es ratificar el nivel de dictadura en el que se encuentra sumergida Venezuela. Ganen o no, tomarán las mejores decisiones (todo a su conveniencia) en ese momento los que «ganen» dejarán de ser gobernadores. ¿Qué pasará? ¿Querrán tomar las calles para expresar que el CNE y la ANC son fraudulentas? Por favor…

3) Ante la comunidad Internacional hemos sido radicales al dejarles muy claro que Tibisay Lucena es cómplice de toda la cúpula corrupta y que el CNE es un Poder secuestrado. ¿Ahora? ¿Ha cambiado algo? ¡NADA! Nadie entiende las decisiones que algunos han tomado.

Venezuela es otra desde el 30 de julio. Debemos mantener la convicción ante esta lucha, alzar la voz una vez más, demos valor a tantos días donde dejamos todo en las calles. No es radicalismo, es coherencia.