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La madre del bebé, Milagros González, espera que denunciando su caso se eviten episodios similares al de su hijo

(Caracas 24/03/17) Los padres de Damián Piña, un niño de 30 días de nacido que falleció el 10 de marzo en el hospital Luis Razetti de Barinas, exigen justicia. Aunque nada puede devolverles a su bebé, esperan que la indolencia del régimen de Nicolás Maduro no permita que otros recién nacidos corran con la misma suerte.

Damián murió tras sufrir sepsis neonatal tardía, producto de la oclusión intestinal que padecía. No descartan negligencia médica, pero denuncian las pésimas condiciones en las que se encuentran las instalaciones del hospital barinés, donde el pequeño no sobrevivió luego de un mes batallando contra la enfermedad, la desidia, la escasez de insumos e incluso insectos.

“En una oportunidad, encontré a mi hijo cubierto de hormigas; se lo estaban comiendo estaba por todos lados”, cuenta la madre, Milagros González.

La mujer explica que cuando Damián nació, no evacuó como lo hacen normalmente los niños, lo que le generó sospechas. “Yo ya tengo tres hijos y sé que cuando un niño nace, lo primero que hace es pupú”, relata, pero la cirujano a cargo del parto le dijo que era algo normal.

A las 24 horas de nacido, el bebé fue dado de alta, pero las complicaciones comenzaron de inmediato y camino a la casa, el niño presentó vómito de aspecto verdoso que se presume era excremento.

Fue recluido nuevamente en la unidad de cuidados intensivos, donde permaneció hasta el día de su muerte. Los padres aseguran que tenían esperanzas, a pesar de que observaron muertes infantiles a diario.

En el centro de salud lo intervinieron quirúrgicamente para intentar remediar la afección con que nació, pero resultó sin éxito. Así, distintos médicos lo atendieron, dando variados diagnósticos y recetas, pero no presentó mejoras. Había otra intervención planificada, pero no se le practicó.

Los esfuerzos para conseguir los medicamentos e insumos por parte de los padres del neonato fueron innumerables. Se enfrentaron a la situación de escasez, elevados costos e inescrupulosas personas que se aprovechaban de la situación.

 “Ya los médicos no tienen vocación para salvar vidas”, repite la madre, alegando que a veces los trabajadores y enfermeras del hospital les vendían medicamentos que los doctores le recetaban al bebé. Además, se refirió al mal trato recibido por parte de los trabajadores de la salud en ese centro hospitalario.

Las padres de Damián han decidido denunciar el caso ante el Ministerio Público, esperando se apliquen las medidas de justicia necesarias. “Aunque nada puede devolvernos a nuestro hijo, sí es posible que se tomen algunas correcciones y no vuelvan a pasar casos como el nuestro”, señalan.

La familia se acercó al equipo de Vente Venezuela en Barinas para denunciar la situación y avanzar en las acciones correspondientes.