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La situación institucional y política en Venezuela más que una serie de eventos desafortunados parece un guión previamente evaluado y aprobado por una maquinaria de marketing, política y, obviamente, farándula, donde cada pieza encaja perfectamente en un aparentemente preconcebido y perfectamente ejecutado plan para consolidar la Dictadura.

Paso por paso todo se ha dado para que la Sala Constitucional, como actor principal, tergiverse la ley a su antojo, a conveniencia del régimen Maduro-Cabello-Tarek, para asegurar así lo que en el futuro será la no realización de ningún tipo de elección para ningún cargo público, indiferentemente de si se encuentre o no en la Constitución, en complicidad todo esto con el Poder Ciudadano (CNE), el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial y por supuesto el actor improbable, principal, y «oculto» tal como asesino de novela de Martin Hahn, el Poder Legislativo, la Asamblea Nacional. Para mí la maquinaria Nacional e Internacional no es orquestada por el «Imperialismo» para derrocar al régimen, sino del régimen para atornillarse al poder.

Y es que la oposición, sus líderes, no han hecho ninguna declaración contundente, ninguna nota de protesta, ninguna impresión más allá de opiniones escuálidas aisladas, sin fuerza y más bien despreocupadas, tal cual quien opina sobre el clima lluvioso o soleado, o quien comentó una jugada de béisbol sencilla, roletazo por segunda y out en primera.

Los líderes de la oposición, diputados de la Asamblea Nacional, Asamblea que fue elegida por la mayoría absoluta del pueblo venezolano en elecciones universales, respaldados por un pueblo que creyó en sus promesas de cambio, de lucha incansable, de defensa de sus derechos y sobretodo del derecho que fue ejercido ese día, es decir, defensa de sus cargos que no fueron otorgados a dedo, mediante sentencia o decreto sino mediante el poder del pueblo, mediante el voto libre, un pueblo que venció con contundencia los obstáculos, las marramuncias y las ha conocidas trampas electorales y ventajas con las que cuenta el régimen, el pueblo dio todo por una representación que simplemente no ha dado todo por su pueblo.

Esa Asamblea prometió un cronograma de acciones contundentes que, prometieron, traería cambios, usarían todo el poder que les dio el pueblo y que les otorga la constitución mediante las atribuciones que le confiere para, una a una, regularizar las instituciones, un TSJ con magistrados elegidos mediante un procedimiento inconstitucional, nulo y viciado, sin embargo nunca se dio, o si se dio, a medias, pero nunca se concretó la designación de nuevos magistrados, dejando así, quizás intencionalmente, un hueco en la estrategia de defensa, en jerga de ajedrez, dejando el jaque a un movimiento; luego el CNE lo mismo, hubo una apertura del procedimiento para designar nuevos rectores mediante el mecanismo establecido por la constitución, pero ahí murió, otra vez vendiendo humo, otra vez vendiendo esperanza y dejándole otra ventaja al régimen, otra puerta entreabierta, descuido o intencionalmente? Improvisación o desacuerdo? Conflicto de intereses?.

A partir de ahí todo se ha venido abajo, funcionando cada acción y reacción con una precisión suiza que no parece casual, o quizás la maquinaria logística del régimen trabaja mejor y más rápido que la Unidad, o quizás trabajan juntas; cada uno de los mecanismos que se han propuesto para la salida constitucional del régimen ha sido bloqueada, o no ha sido impulsada con suficiente intención o fuerza de calle, impulsadas más bien con pleitesía, con complacencia y desistiendo fácilmente de todas y cada una, reculando; así hemos visto nacer y morir el revocatorio, el abandono de cargo, la enmienda, solicitar y presionar la renuncia, proponer impulsar la constituyente, todos estos barcos salieron, todos naufragaron, o los abandonaron, o simplemente los enviaron a la deriva.

Mientras está Asamblea, decepcionante por demás, sesiona acerca de temas banales, hace acuerdos vacíos, y aprueba leyes estériles, el TSJ, ese que ellos dejaron vivir, los bloquea una y otra vez, sirviéndose de una Sala Constitucional que más que interpretar la Carta Magna la re escribe, adapta y corrige a su conveniencia con cada sentencia, construyendo progresivamente, lento pero seguro, sirviendo paso a paso, sentencia a sentencia, escalón a escalón, ladrillo a ladrillo, creando lo que tenemos el día de hoy y dejando la mesa lista para lo que se viene en el próximo par de años. La consolidación definitiva de una Dictadura.

Sin ser analista político o jurídico profesional, pero si pasional, es evidente que cada una de las sentencias que ha publicado esta Sala Constitucional y que muchos han querido catalogar de aisladas, son una serie de interpretaciones que se soportan una a la otra, que nunca se contradicen sino más bien se citan y se sustentan una en la anterior y esta a su vez a la siguiente, construyendo así, pieza por pieza, como un rompecabezas, la situación a la que nos han traído como país y a la que, evidentemente, nos quieren llevar.

Y quien puso la primera piedra de este inmenso muro que hoy bloquea el futuro de la patria fue nada más y nada menos que la misma Asamblea Nacional, si, esos 112 Diputados que complacientemente dejaron el TSJ conformado como fue conformado por el régimen ilegalmente, al margen de la ley, al no defender los votos de los diputados desincorporados de Amazonas, al no impulsar unas nuevas elecciones, al no presionar, al no reclamar los derechos de un Estado completo que hoy no está representado en la Asamblea y que los entes competentes no dan señal de querer subsanar esta situación y los «líderes» al parecer la olvidaron, quizás intencionalmente; ellos pusieron la primera pieza de esta situación al permitir una serie de situaciones ilegítimas, ilegales y violatorias de los derechos civiles y electorales de millones de venezolanos que depositaron su Fe en las urnas para elegir a sus representantes, para que ejercieran sus funciones plenamente, funciones perfectamente claras y atribuidas por la Constitución de la República, ley suprema del país en teoría.

Funciones que han sido progresivamente disminuidas, usurpadas y negadas por quienes, en la práctica, ejercen la máxima autoridad, por encima de la Constitución, como amos supremos, modificando, anulando, creando, decretando e inventando leyes, interpretando la Constitución según su criterio personal y sin ningún ente que los controle, convirtiéndose en gobernantes al poseer poderes totales, discrecionales, absolutos y prácticamente ilimitados, al poder interpretar a su conveniencia y criterio cualquier norma o procedimiento constitucional, inclusive su forma de escogencia, permanencia y sustitución.

Está Sala Constitucional Todopoderosa que ha creado una situación jurídica ideal para el gobierno, comenzando por la declaración de desacato de la AN, excusa que ha usado para bloquear cada una de las iniciativas impulsadas por el congreso mediante sentencia, desacato que ayer se tradujo en la disolución de facto de la Asamblea Nacional mediante una serie de sentencias progresivamente, las dos últimas de las cuales elimina la inmunidad parlamentaria a los diputados atentando así contra el derecho no sólo de los diputados en si sino de los millones de venezolanos que mediante elecciones universales eligieron a estos para que los representaran, destruyen definitivamente la división de poderes, entrega al presidente potestad para hacer lo que crea conveniente con la legislación penal y «recomiendan» al presidente declarar un Estado de Excepción en vista de la «intervención extranjera» que está siendo, siempre según ellos, impulsada por Almagro en la OEA, dejando claro que si, en Venezuela existe una dictadura en puertas, «en puertas», la realidad es que con estos actos la están consolidando.

La otra sentencia publicada en la oscuridad, citando una y otra vez sentencias y decisiones previas demostrando así que nada de esto es aislado y casual, decide que debido al «desacato» en el que está incurriendo la AN, pues está Sala Todopoderosa absorberá las funciones de este ente, dándose aún más poder y eliminándolo de facto, dejando sin representación al pueblo, desconociendo una institución elegida por los votos, dejando al pueblo sin voz, sin representantes, sin poder, ahí, en esa sentencia muere la DemoCracia en su significado esencial «Poder» del «Pueblo». Y declarando implícitamente el nacimiento de la Dictadura, concentrando el poder alrededor de una élite, destruyendo la división de poderes e imponiendo mediante artilugios y arbitrariamente a una minoría por encima del resto.

Sin embargo lo más curioso de estas sentencias es que en su conjunto atentan contra la seguridad e integridad de 112 hombres y mujeres que fueron los elegidos por la mayoría (60%) de la población venezolana, al serle eliminada la inmunidad parlamentaria, aunado a el poder del presidente de modificar la legislatura penal y aparte al Estado de Excepción, que aún no ha sido declarado pero es probable q lo sea, y ser todos susceptibles, a partir de ahora, de ser detenidos y procesados, apresados y allanados, lo curioso es que al parecer estos 112 no parecen sentirse amenazados, alguien que siente su seguridad amenazada, alguien que tiene miedo, impotencia, rabia, puede actuar de una forma tan mansa, dando declaraciones escuálidas, sin fuerza, sin preocupación, 112 hombres y mujeres, con un pueblo que los eligió y sufre y padece a diario por culpa del gobierno, con fuerza de calle, y ellos después de todas estas aberraciones, ni siquiera han tocado el tema en el hemiciclo de la Asamblea, ni siquiera una sesión extraordinaria, ni siquiera una declaración conjunta, ni una protesta, ni una convocatoria, ni una declaración contundente de un vocero, parece que la actividad de la asamblea murió con Henry Ramos Allup cediendo la presidencia a un personaje más bien complaciente.

Y mientras hay un silencio cómplice, o quizás una bulla, igual cómplice, todo estas acciones «aisladas» que más bien parecen engranajes precisos que se han ido acomodando para la creación de una maquinaria más grande que deja abierta de par en par la puerta a una consolidación de un régimen dictatorial mediante la declaración de un Estado de Conmoción, entregándole poderes absolutos a un solo hombre, acallando todas las voces disidentes y opuestas, apresando, amedrentando y deteniendo a cualquiera sin más razón que la necesidad de silenciarlo, y eliminando indefinidamente la realización de cualquier tipo de elección para elegir cualquier funcionario, debido a la amenaza inminente de intervención extranjera, que ya no se sabe si actúan en pro del pueblo venezolano o son parte de esta maquinaria que paso a paso, sin errores ni improvisaciones, nos han traído hasta aquí, al borde del abismo.

Mientras todo esto sucede los líderes de oposición solamente se pronuncian para lanzar sus candidaturas presidenciales, o acerca de temas banales que distraen la atención del pueblo, pan y circo, fascismo en estado puro, usar el espectáculo, la farándula, el entretenimiento vacío como máxima distracción para el pueblo, marketing, ese que desarrolló Joseph Goebbels con su ministerios de Propaganda en la Alemania Nazi y fue evolucionando a través de los años, perfeccionada por Cuba y en pleno crecimiento en Venezuela, crear distraction entretenida por un lado, esperanza por el otro, crear problemas y que el gobierno surja como salvador, y crear necesidades para dar soluciones y quemar el resto del tiempo del pueblo, colas, no hay tiempo de quejarse, no hay credibilidad en la oposición que no soluciona nada y sigue vendiendo humo, y aunque hay una pequeña esperanza, no tenemos tiempo para contemplarla o creer en ella porque la nevera está vacía y hay un vídeo rodando que todos quieren ver.

Mientras tanto la gente sigue pasando hambre, la gente sigue comiendo basura, la gente sigue siendo asesinada, humillada, muriendo por desidia, mientras tanto un grupo sigue engordando sus barrigas y sus bolsillos, unos pocos jóvenes venezolanos cuyos padres están enchufados disfrutan las riquezas que debe ser para 30 millones de venezolanos, que se han robado al país a lo largo de 17 años y han arreciado en los últimos 3-4, mientras tanto muchos se siguen marchando mientras pueden, con la esperanza cada vez más chiquita de volver algún día a esa tierra que nos lleno de ilusiones, de sueños, de felicidad y que hoy está siendo destruida por la acción de unos cuantos y la omisión de muchos.

@ManuelCicle