Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

Al iniciar este año 2017, he visto con pesadumbre que ciertos “precandidatos” a gobernadores y alcaldes siguen afanados en hacer campaña (¿o “precampaña”?) electoral a destiempo. Mientras estos autoproclamados líderes, pertenecientes a partidos políticos de la oposición, están enfrascados en una diatriba política absurda, el régimen de Maduro arrecia la persecución de quienes le adversan, el pueblo sigue muriéndose de hambre, los alimentos continúan la escalada de precios, las medicinas escasean y el país sigue a la deriva. Cada día que pase este régimen en el poder se cuenta en muertos, hambre y miseria.

Este discurso político de ciertos sectores de la oposición venezolana, movilizando a cuatro pelagatos de un municipio a otro en una falsa campaña, exige una reflexión reposada. Al régimen chavista le interesa que la oposición pierda el tiempo pidiendo elecciones regionales y locales. Con ello se distrae a la opinión pública del verdadero problema de Venezuela: la permanencia de Nicolás Maduro en Miraflores.

Las elecciones regionales son el opio para adormecer la conciencia política de este país. Y así, Maduro y sus adláteres mantienen en una especie de trance psicotrópico a la MUD: “Haremos elecciones en diciembre de 2016”; “las elecciones serán en mayo de 2017”; “para agosto de 2017 se convocará un proceso eleccionario”; “en 2017 o más tardar en 2018 estamos en elecciones…” Bla, bla, bla. La vana verborrea del PSUV-MUD aburre a los venezolanos. Por elecciones podemos esperar quienes tenemos comida, ¿y los que no tienen qué comer esta semana…?

Le escuché a un dilecto amigo hace días: “Si hay elecciones este año, ganaremos entre 18 y 20 gobernaciones. De ahí a sacar a Maduro es pan comido”. Lo decía con un candor e ilusión que no pude menos que arrobarme de su inocencia. ´A este ya el régimen le inoculó el opio de las elecciones´ pensé yo. Es un absurdo pretender que ganando espacios electorales este régimen saldrá pacíficamente. No lo hizo la Asamblea Nacional con mayoría calificada de 2/3, mucho menos lo harán unos alcaldes de provincia.

Se repetirá el mismo guion de los diputados de Amazonas: se van a anular unas cinco gobernaciones, a inhabilitar o poner presos dos o tres gobernadores, y el resto queda cooptado y plegado al gobierno por ser cuentadante. Calladitos si quieren recibir el situado constitucional. Sin hacer mucho ruido, como la flamante alcaldesa de Maracaibo o el ilustre gobernador de Lara. Finalmente, el régimen nombrará a un general u otro milico en cada estado, cual comisario político o jefe de zona especial según la jerga oficial, para tener amarraditos a esos gobernadores. Eso en el mejor escenario.

A lo mejor no son veinte gobernaciones las que obtenga la MUD. A lo mejor habrá un pacto fifty-fifty con el régimen y se negocia con el PSUV para ciertos Estados. No sería de extrañar que algunos adecos, justicieros, progresistas y “unnuevotiempistas” (¿se dice así?) decidieran apoyar soterradamente a los chavistas. ¿Se asombran mis lectores de esta herejía? Bastantes ejemplos lamentables hemos presenciado este mes de enero, viendo a concejales de estos partidos tranzando cargos con el PSUV por miserables prebendas municipales. Esta opción está siendo acariciada con el gobierno nacional, deseoso como está de apagar ese gran incendio llamado Venezuela. Atentos, pues.

Estoy de acuerdo con elecciones regionales y locales. Pero elecciones libres en auténtica Democracia. Con un Consejo Nacional Electoral claramente parcializado no pueden haber elecciones libres.

Con un corrompido Tribunal Supremo como bufete privado del régimen no pueden haber elecciones libres.

Con partidos políticos al margen de la legalidad debido a la arbitrariedad de los lacayos del régimen no pueden haber elecciones libres.

 Con más de un centenar de presos políticos no pueden haber elecciones libres.

Con el SEBIN y los paramilitares del gobierno amedrentando a nuestros líderes políticos no pueden haber elecciones libres.

Ahora bien, si el problema fundamental de este país es lograr que Maduro y su régimen abandonen el poder ¿por qué ese empeño de la MUD y de algunos partidos supuestamente opositores con el tema de las falaces elecciones regionales? Sencillo. Porque esos sectores de la oposición conforman la cohabitación con el chavismo. Son la oposición cohabitadora.

 El acuerdo real de la MUD con el régimen es que no protestamos, no te toco, no te saco la gente a la calle y así negocio unos cargos de gobernadores y alcaldes. A ciertos partidos de la MUD les interesa que siga este régimen, porque el día que llegue a caer el chavismo muchos de esos partidos “opositores” serán también condenados al olvido.

¿Pruebas? Este 09 de enero la Asamblea Nacional declaró el abandono del cargo a Nicolás Maduro. Inteligente medida, lástima que nunca se publicó en la Gaceta de la Asamblea Nacional. Se lavaron las manos con ese acuerdo. Nadie más de la directiva de la AN ha dicho algo sobre la vacante absoluta en la Presidencia de la República y que se debe llamar a elecciones inmediatamente. La MUD desmovilizada sigue llamando a un diálogo espurio con el régimen. Y todos pretendiendo estar en campaña para unas elecciones fraudulentas. Ya lo dije, es una oposición cohabitadora.

Es imperativa una plataforma cívica nacional que busque rescatar a este país de la catástrofe en la cual está. Una plataforma más allá de los partidos que tienen secuestrada a la MUD, que agrupe a los sectores productivos, obreros y empresarios, a los estudiantes, a la Iglesia, a los profesionales, sindicatos y cámaras de comercio, a profesionales y técnicos, a las organizacionales vecinales. En fin, a todos aquellos factores democráticos quienes consideran que el problema real es simplemente salir de este nefasto régimen. Una plataforma que retome la calle a exigir sus derechos, que no negocie cargos, que hable sin tapujos de los presos políticos, que denuncie la corrupción del gobierno, que exija la salida de Maduro como parte de la solución a esta crisis.

Ya estamos hartos de la dupla MUD-PSUV, dos caras de la misma moneda. Ya estamos hartos de esa oposición cohabitadora. Es mejor que ellos se quiten su careta y se vayan a sacar el carnet de la patria. Es hora de la verdadera oposición, la oposición auténtica, libertaria, inclusiva y democrática.

@guerra_lenin