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La juventud no es un tiempo de la vida, es un estado del espíritu” Mateo Alemán. 

Inicio con esta frase célebre, porque quiero hablar de la Juventud, del importante y trascendental papel que ha jugado en esta época de crisis y dictadura, pero no solo de la juventud a la que llamamos “chamos”, sino también, de la juventud de espíritu, la juventud de corazón, esa que siempre ha sido luchadora y defensora de la democracia, a ellos también me refiero.

Es difícil, muy difícil, para nosotros, los jóvenes, vivir esta etapa de amargura, frustración y humillación, por las que nos está haciendo pasar el régimen de Nicolás Maduro, y por lo que hemos padecido por mas de 16 años.

Es difícil llamar a un amigo, y en vez de preguntarle “Epa, Cuéntame, ¿A dónde fuiste este fin de semana? ¿Disfrutaste?”, llamamos para preguntar “¿Conseguiste el medicamento que estabas buscando? ¿Te puedo ayudar en algo? ¿Tienes harina pan? Te la cambio por una leche, o incluso para advertir y que nos adviertan “No estés saliendo por ahí que la cosa esta muy peligrosa”.

Es triste saber que no hay futuro para nosotros los jóvenes que solemos ser tan ambiciosos; que en lo que salimos del liceo deseamos un carro, y a futuro un apartamento. No hay futuro para ningún ciudadano.

Hoy, en Venezuela, no se sale de abajo “dignamente”, con un sueldo mínimo vivimos para un día, porque 2 bolsitas de carne, y 1 cartón de huevo lo equivalen. Todo lo que un joven por convicción aspira, por vocación, este régimen corrupto, nos los arrebata, nos los hecha para atrás, el derecho a una educación de calidad, a ser profesionales de calidad, a servicios de salud de primera, a seguridad, empleo, una vida digna, inclusive el derecho a una familia, porque ¿como se viene a traer un ser humano indefenso al mundo, a pasar trabajo?, es una crisis por donde la cabeza asomes.

Son muchos los obstáculos que este régimen nos ha colocado en frente, las humillaciones, y deshonras, por las que nos ha hecho pasar, sin embargo, hay una generación de líderes, una generación de cambio, con un poder de lucha por la democracia de este país tan elogioso, que desde el día 1 de dictadura, se ha encargado de ser la piedra de tranca del régimen. Es esa generación de jóvenes que no desea, ni permitirá, que sus sueños se frustren por una pésima gestión gubernamental, y que como bien dicen: “Nos han quitado tanto, que también nos quitaron el miedo”, hay una generación decidida a luchar por su país, a quedarse y cumplir sus sueños aquí, porque somos el futuro de esta tierra; solo espero que tomemos de lo malo, lo mejor, y no repitamos moldes viciados, corruptos y malintencionados, a los que decidamos emprender en el mundo de la política y servicio público, recuerden que hay quienes apuestan y confían en nosotros.

Nuestra historia, joven luchador, siempre debe basarse en la democracia, en la pasión por la libertad, el trabajo como origen de dignidad, la propiedad sin adjetivos como requisito para la libertad, la igualdad ante la justicia como rectora de nuestro  proceder, la solidaridad como valor humano, el respeto al derecho de disentir, y la familia como espacio en el que viven los valores y se fraguan los ciudadanos responsables, por lo que mi invitación es a que no dejemos la lucha por la mitad, que luchemos hasta vencer, este país lo tiene todo, y ¿porque dejarlo todo por una etapa transitoria, y que se encuentra en etapa Terminal? ¡NO!, hay que seguir, hay que seguir ejerciendo liderazgo, hay que ser portavoces de la paz, de la libertad, de la democracia.

Yo me quedo aquí, yo me quedo luchando por este país, mi bandera la seguiré levantando con orgullo y pasión, y es que ¿Hay algún país que se parezca a este?, lo dudo. Lo malo pasará, los malos también, y lo bueno ya viene, se acerca la libertad, y nuestros sueños podrán hacerse realidad, no descansar hasta cruzar la línea de la meta, ¡Por Favor!

@Marisela_DVPG