Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

Sin lugar a dudas, los niveles de desfachatez no tienen ningún límite en el seno del régimen venezolano.

No sé si sea parte de su estrategia de distracción o más bien producto de la generalizada y atorrante capacidad de destrucción de la cual es capaz el socialismo, pero lo cierto es que ya no hay espacio para el asombro en estos días.

La “guerra del pan” que el Gobierno venezolano ha desatado en contra de los panaderos es un ejemplo más de la visión nefasta y destructora que desde Miraflores tienen de la economía, de la política y del país entero.

Qué unos emprendedores, hombres y mujeres trabajadores, que con esfuerzo y dedicación lograron instalar y desarrollar un pequeña empresa de producción y venta de pan, sean calificados de “enemigos de la patria” es demencial.

Para Nicolás Maduro la destrucción de cualquier iniciativa privada, sea pequeña, mediana o grande, es una necesidad que responde a sus principios ideológicos.

Para él, la pobreza tiene que ser generalizada. Sólo él, sus familiares, allegados y cómplices dentro y fuera del Psuv, tienen el derecho de convivir con la “deshumanizante opulencia”.

Sólo para los jerarcas del régimen están permitidos los lujos y el dinero; no obstante el emprendedor, el trabajador, el visionario debe estar condenado a la miseria, porque así lo dicta el dogma socialista que tercamente defienden desde el poder.

¿La guerra del pan?, ¿podemos llamarle así? Es una iniciativa de Miraflores para empobrecer más a los venezolanos, para que la escasez de este producto se agudice al extremo de desaparecer por completo.

A menos que, como ha ocurrido con otros rubros, pretendan importar pan. Porque para eso sí es bueno el régimen, para la economía de puertos.

Los panaderos son personas trabajadoras que han desarrollado un capital, esto sí es verdad, pero sin robarle a nadie, porque ellos han sabido ganarse y administrar sus recursos.

Desde esta tribuna quiero enviarles a todos los trabajadores de la industria del pan, un mensaje de solidaridad y apoyo en estos momentos aciagos que están padeciendo por culpa de un gobierno intolerante y aniquilador de la vida misma.

Maduro y su combo no perciben que el daño que causan lo pagan los venezolanos de a pie, que los niveles de desnutrición y los índices de personas fallecidas por inanición es producto de las consecuencias emanadas de las políticas hambreadoras de este régimen.

Ante esto me atrevo a profetiza que el pan, con la seguridad de los hechos, escaseará. Sí, aún más.

La finalidad del régimen es que no quede ni una empresa viva, que el Estado, glotón y grosero, se devore todo el aparato productivo del país, para así doblegar al venezolano a través de un látigo de hambre y un cepo de necesidad.

Solamente la ciudadanía unida, organizada y en la calle, como lo pregona por doquier María Corina Machado, es la vía para deshacernos de los nudos de la pasividad y lograr encontrar la salida a la crisis.

Con una sociedad movilizada, pacífica y democráticamente estructurada, lograremos derrotar esta tiranía y construir la Venezuela libre y prospera que nos merecemos los venezolanos.

@wcaballerolopez