Las declaraciones de la Fuerza Armada Nacional el 25-10-2016 expresó en pocas palabras que respaldará incondicionalmente a Nicolás Maduro, esta institución que ha sido objeto de diversos señalamientos de múltiples vicios, corrupción e incluso investigaciones a miembros del Alto Mando por el mismo tema de las drogas, en el mismo discurso el vocero militar habló sobre los modelos políticos que según él eran dos, uno que apuesta por el individualismo y el otro que habla sobre la “superación espiritual socialista”. También dicho vocero condenó la explotación capitalista que según su escaso conocimiento lleva a cabo el modelo de libertad.
Realmente no es sorpresa el limitado análisis que hoy dio la Fuerza Armada, habiendo hace muchísimo tiempo perdido el sentido de su existencia, que es encargarse de la preparación permanente para los conflictos que amenazan la seguridad de la nación y de esta manera proteger y defender los derechos individuales de los ciudadanos venezolanos.
Ahora, estudiando con profundidad la frase del vocero militar, quien solo evidenció su inclinación socialista por encima de su responsabilidad podemos decir que “la superación espiritual socialista” corresponde a la ética del sacrificio, la envidia y el resentimiento. Es decir, Venezuela hoy vive la peor crisis de su historia, donde las personas han bajado peligrosamente de peso a causa del modelo económico socialista, hoy la violencia es la regla y a causa de esta muchas personas mueren incluso más que en países en guerra, y el orden constitucional lo ha roto el presidente convirtiéndose en un dictador de poca mota.
En el discurso antes mencionado lo que predominó fue la invitación al sacrificio, un sacrificio por lo inmerecido, y sacrificio ante los males que azotan a la República. Esa petición a sacrificarse la encontramos a en todos los aspectos de la sociedad y es la que debemos vencer. Esa ética del sacrificio evita que los creadores puedan expresar quienes son, en sacrificio a los que aún no se encuentran a sí mismos, evita que los creadores puedan dar todo su conocimiento, en sacrificio a aquellos que no tienen nada para dar, no en el aspecto material, sino espiritual e intelectual. Esa ética del sacrificio evita toda posibilidad de surgir por aquellos que simplemente no quieren hacerlo. De esta forma el resentimiento predomina contra los que crean riqueza e imparte conocimiento y la envía es la forma más común de relaciones personales.
Ante esto, el orgullo debe ser el sentimiento que pueda contrarrestar tantos ataques contra las personas productivas que quieren más y con su talento luchan todos los días para conseguirlo. Es evidente que existe un profundo antagonismo como lo expresa el vocero de las Fuerzas Armadas entre el socialismo y el capitalismo, esto porque el socialismo nos tiene de rodillas, pidiendo que nos sacrifiquemos porque los peores de la República sigan en el poder saqueando lo último que queda del país dentro del modelo que defiende y que les ha dado fuerza que es el socialismo. En cambio en un modelo de libertad, donde exista el capitalismo a nadie se pediría que se sacrificara por otros, sino que más bien en solidaridad voluntaria con tus hermanos tendiéramos nuestras manos para ser cada vez más eficaces y cada vez más ricos.
No es tiempo de sacrificios, sino de la construcción de la República, cuando entendamos esto podremos superar a la dictadura socialista que hoy todos padecemos y también lo vamos a hacer de la mano con los militares honestos, éticos y respetuosos de sus gran misión que tienen para con Venezuela.
“No hay batalla entre la civilización y la barbarie, sino entre la falsa erudición y la Naturaleza”.- Laureano Vallenilla Lanz.
@Riverols