Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

María Corina Machado dice que un triunfo de Capriles sería positivo para el proceso de paz.

María Corina Machado habla directo a los ojos, parece que necesitara tildar las palabras con el movimiento enérgico de los dedos y estrecha tan fuerte la mano al saludar que duele.

La aguerrida diputada de la oposición venezolana visitó a Colombia para hablar de lo que pasa en su país, a punto de afrontar por segunda vez en seis meses unas elecciones presidenciales, y para disipar los temores sobre el papel que podría tener una eventual presidencia de Henrique Capriles en el proceso de paz con las Farc.

Algunos analistas concluyen que no es buena idea que Capriles gane ahora, porque, ante la crisis económica que se viene en Venezuela, el gobierno eventual de Nicolás Maduro no duraría mucho tiempo…

Si estuviésemos en un sistema democrático convencional, ese análisis sería válido, pero no. En Venezuela estamos enfrentando un régimen con un carácter profundamente totalitario. Por lo tanto, competir cohesiona, fortalece las fuerzas democráticas.

¿Y si llegara a ganar Capriles no estaría legitimando el sistema electoral que se denuncia como corrupto?

No, sería un triunfo a pesar del aparato del Estado, es decir, donde la fuerza ciudadana puede sobrepasar a lo que hoy en día está operando.

Acá se percibe que la oposición no está unida y que figuras de peso como Antonio Ledezma, alcalde de Caracas, no están muy de acuerdo con que Capriles sea quien enfrente a Maduro.

No, yo siento que allí, más que discusiones sobre la persona, sobre el candidato, se dieron discusiones muy profundas sobre la estrategia. Y no solamente sobre la estrategia electoral; el objetivo no es una victoria electoral solamente; es derrotar políticamente un sistema que ha ido pervirtiendo la institucionalidad en Venezuela.

¿Cómo se enfrentan efectivamente estos regímenes que tienen una apariencia democrática para esconder un régimen totalitario? Es mucho más difícil, incluso, que enfrentar una dictadura convencional. Entonces, fueron unos momentos de debate muy profundos que han dado resultados muy positivos. Yo siento que este mensaje muy firme de Henrique Capriles de hablar con la verdad, llamando las cosas por su nombre, denunciando la injerencia cubana, ha tenido un efecto movilizador muy poderoso.

En un gobierno de la oposición, ¿qué pasaría con la inversión sobre esos sectores sociales beneficiados por Chávez?

Pregúntate por aquel que no tiene casa, que no tiene empleo y que no está comiendo tres veces al día, que es una enorme proporción (…). La verdad es que cuando el chavismo dice que quiere a los pobres, yo digo: sí, los quiere bien pobres; los necesita para una sociedad dependiente del Estado, por que así tú puedes ejercer un control político, social e incluso espiritual. Que ha habido enormes transferencias, sin duda. El precio del petróleo pasó de 8 a 108 dólares, pero Venezuela tendría que haber aprovechado estos 14 años para erradicar la pobreza, no para exaltarla. Y la pobreza solo se erradica con educación y con empleo, para que tú puedas ser autónomo. Ahora tenemos que generar una sociedad de oportunidades y ese es el compromiso, que aquellos sectores que están en vulnerabilidad puedan ser atendidos con la emergencia que lo amerita, pero siempre con el enfoque de hacerlos autónomos material y espiritualmente. Y esa es la gran revolución, es la única que acaba la pobreza.

Algunos análisis en Colombia indican que nos va mejor con Maduro y con Chávez, si viviera, que con Capriles para el proceso de paz con las Farc.

En efecto, los demócratas venezolanos sentimos que algunos demócratas colombianos creen que para el proceso de paz conviene un gobierno del chavismo o de Maduro. Eso es absolutamente falso. Todo lo contrario, porque no puede haber paz sostenible en Colombia si no hay democracia sostenible en Venezuela. Y una lucha coordinada de cara al problema de la guerrilla y el narcotráfico provocaría la desmovilización, ahora sí, en los dos lados.

Yo sí creo que el proceso de paz en Colombia está donde está gracias a que hubo una presión militar muy firme sobre los grupos guerrilleros y narcotraficantes, de modo que esa presión militar no puede ser de un solo lado de la frontera.

Hegemonía mediática

«Tenemos que apelar por una parte a las redes sociales y por otra a la organización de bases. Fuimos al proceso electoral pasado con una desventaja brutal en la hegemonía de medios, y aun así, con todas las trampas, con todas la irregularidades, no pudieron reconocernos menos de un 45 por ciento. Por eso yo digo que somos mayoría quienes creemos en una Venezuela libre y democrática».

250320132

Eduard Soto
Editor Internacional