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Pareciera que ahora sí las fuerzas de la Unidad Democrática entendieron que estamos enfrentando a una dictadura, cruel, despiadada y sin ningún resquicio de moral.

La convocatoria y la masiva participación en la Toma de Venezuela, el llamado a paro nacional y la decisión de la Asamblea Nacional (AN) de investigar la doble nacionalidad de Nicolás Maduro y las constantes violaciones de éste a la Constitución nacional, parecieran evidenciar que por fin vamos por el camino correcto.

Desde hace años, Maria Corina Machado, viene siendo profeta en el desierto, pero a las luces vemos que por fin, sus palabras encontraron oídos y entendimientos abiertos y despiertos.

El pregonar de la máxima dirigente de Vente Venezuela ya tiene eco, y esa resonancia es la mismísima Mesa de la Unidad Democrática, que asimiló por fin, contra quién estamos luchando.

La posición de avanzada asumida por la Unidad Democrática, dejando atrás a los “come flores”, es un paso fundamental para allanar el camino hacia la consolidación de una nueva Venezuela, libre y democrática.

Ahora sí, ahora tenemos una direccionalidad política que está llevando a la nación a su liberación política e institucionalidad.

La Asamblea Nacional y la Unidad se pusieron los pantalones y se encuentra militantemente batallando por el deseo de cambio y futuro que se siente en todos los rincones de la república.

Por primera vez, observamos que en la MUD se impone la cordura política y el realismo político. Y era el momento adecuado, porque la ciudadanía no soportaría otra desilusión más.

El régimen se escuda en los militares, o por lo menos en las cúpulas del mundo castrense.

Porque apuesto, y esta es mi opinión,  que los ciudadanos con uniforme  siente y padece los mismos problemas de la mayoría de la sociedad nacional, a ellos tampoco les alcanzan las quincenas, no encuentran pañales para sus bebés, ni alimentos para sus hijos.

Y es que, la crisis política, social y económica, es también una crisis de carácter humanitario, que no sólo afecta a aquellos que nos oponemos al modelo político actual venezolano, sino a los mismos defensores de éste, así como a los uniformados que están llamados a no a defender ninguna parcialidad política, sino a la Constitución nacional y la institucionalidad de la nación.

Ahora sí. Este es el momento de tomar la decisión de renovar a los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y al Directorio del Consejo Nacional Electoral, es el momento de enjuiciar políticamente a Maduro y destituirlo.

Ahora sí. Es la hora de marchar hacia el Palacio de Miraflores y entregarle a Maduro su carta de despido, porque la ciudadanía no lo quiere más en el poder.

Ahora sí. Los vientos de cambio ya soplan en toda la nación. Ahora sí.

Y es que sí, no podemos quedarnos con los brazos cruzados, no podemos dormirnos en los laureles, es contraproducente dejar pasar esta hora de oro para el cambio y la esperanza nacional.

 Ahora sí… ¡Vamos para Miraflores!

 

@wcaballerolopez