(Barinas 01/06/2020) Podemos ver como en nuestra Venezuela cada día que pasa los ciudadanos nos sentimos menos felices, pareciera que poco a poco nos quitaran la alegría de nuestros corazones, creemos que Dios tal vez se olvidó de nosotros, entre los problemas de servicios públicos, y los engaños constantes de quienes decían representarnos, los cuales fueron elegidos por votos de esperanza, que al pasar el tiempo se convirtieran en simples ilusiones que terminaron siendo cenizas cual papel es quemado.
Las inquietudes de no saber que nos depara el día que sigue y si tendremos, o no un futuro, son preguntas constates que nos hacemos muchas personas, mientas algunos políticos juegan al bingo, ligando a ver a quien le sale la bolita premiada. Nos encontramos en un vaivén de interrogantes que a veces nos llevan a concluir ¿para qué seguir creyendo?
Pero la respuesta es que, en quien debíamos creer no lo hemos hecho, y nos preguntaremos ¿en quién? Y la respuesta es: En nosotros mismo, es con nuestra valentía, esperanza, optimismo, lucha y sobre todo con nuestras inmensas ganas de vencer lo que creemos es invencible; solo son paredes que creemos no caerán, pero toda pared tiene un punto débil, y esa debilidad es nuestra fuerza y coraje, es momento ahora más nunca, que creemos que todo terminó, de levantarnos, sacudirnos y derrumbar las paredes que nos quieren impedir avanzar. Con Dios, nuestra fuerza, firmeza y fe lograremos hacer de Venezuela la nación que despierta con el estruendo de nuestras voces, y esto sucederá cuando a una sola voz gritemos de una manera ensordecedora que derrumbe el silencio que nos ahoga. Grita hermano, es hora, es momento de creer en ti y en personas que luchan y necesitan de nosotros, no toda esperanza está perdida, ahora es que hay gente valiente en este país. Alza la voz Venezuela.
@chefbermudez