Con la llegada de los súper tanqueros según, cargados de gasolina provenientes de la República Islámica de Irán, el régimen criminal de Maduro celebra con bombos y platillos dicho arribo por cuanto no fueron intersectados por la flota naval de los Estados Unidos. Para el régimen esto representa un gran victoria y una derrota a las políticas de sanciones contra ellos implementadas por el presidente Donald Trump, quien se ha constituido como un firme y coherente aliado que busca ayudar en la libertad de Venezuela. Este inexistente “triunfo”, entre comillas, le permite al régimen seguir implementando y profundizando el manual comunista de desidia, hambre, miseria, destrucción de la economía y la profundización del control social.
Por su parte, los ignorantes y fieles borregos chavistas celebran, no la llegada del combustible, sino la destrucción y pulverización de una empresa muy importante para el país, como lo fue Petróleos de Venezuela y la segunda más importante del mundo en el ámbito petrolero, solo superada por las refinerías de Arabia Saudita.
PDVSA, al final del siglo pasado entre los años 1998 y 2001, alcanzó una capacidad de producción de 3 millones de barriles diarios y refinaba 1.250.000 barriles de combustible diarios, lo cual abastecía la demanda interna del hidrocarburo con la exportación del excedente, representando aproximadamente el 80% del Producto Interno Bruto (PIB) para la época, lo que generaba millones de empleos de manera directa e indirecta y a su vez aseguraba una gran estabilidad económica a la nación.
Con la llegada de la bacteria, mal llamada socialismo del siglo XXI, desafortunadamente todos los avances logrados en materia petrolera fueron lanzados por la borda; décadas de esfuerzo, trabajo, dedicación y formación profesional, donde los cuantiosos recursos monetarios de investigación y de recursos humanos del país, en un lapso de 10 años, fueron destruidos por la tiranía chavista con el oscuro propósito intencionado y planificado, orientado en implementar un estado comunista, copia fiel y exacta del manual del dictador.
En la actualidad, millones de venezolanos vemos con profundo dolor, horror, sentimiento y desespero, el grado de destrucción al que ha llevado el régimen criminal y narcotraficante a la economía del país y especialmente a nuestra industria petrolera, bajo la mirada cómplice de una seudo oposición colaboracionista y cohabitadora, que solo piensa en sus intereses personales y en la repartición de cuotas de poder bajo cuerda y a espalda de los ciudadanos, demostrando su total y clara componenda con la tiranía socialista.
Afortunadamente, es un minúsculo grupo de venezolanos, en su mayoría representados por mega bandas de delincuencia organizada, financiadas y armadas por el régimen, los mal llamados colectivos, los enchufados, bolichicos y los organismos represores de la dictadura, quienes celebran con mayor énfasis estas acciones criminales, ya que ellos son los beneficiarios directos de esta gasolina que está entrando de manera ilegítima al país… y como no hacerlo, si esto representa un negocio redondo para las mafias que operan en Venezuela.
Ahora bien, la inmensa mayoría de los ciudadanos que representamos a la Venezuela decente, no tendremos ningún beneficio con la llegada de este combustible, muy a pesar de ser los encargados de reactivar la economía; así como los productores, quienes llevan los alimentos a todos los hogares del país, ahora ven con profundo dolor cómo se les pierden sus cosechas enteras por no tener combustible para poder sacar los productos a los distintos mercados nacionales; ni a los empleados de la salud, que hoy día luchan por salvar la vida de millones de venezolanos por culpa del virus chino, trabajando en condiciones infrahumanas.
Es decir, y en pocas palabras, la llegada de estos “super cargueros” no representa la solución de nuestros problemas, sino todo lo contrario, reafirman contundentemente la total destrucción de la industria petrolera venezolana, incrementa el sufrimiento, el desánimo y la frustración en los ciudadanos, víctimas directas de esta terrible situación que, por momento, no pareciera tener una pronta salida. Sin embargo, a todos esos hombres y mujeres de bien les digo que de esta situación salimos, tengámoslo por seguro, será difícil y complicada, sí pero ¡Vamos a conquistar nuestra libertad!
Lamentablemente, solos no podemos; necesitamos seguir haciendo presión en la ruta del coraje, que no es otra sino la de solicitarle a la presidencia interina de Juan Guiadó y a los diputados de la Asamblea Nacional que de una vez por todas active el artículo 187 #11 constitucional, el R2P y el Artículo 8 del TIAR, ya que esa es la única dirección que nos va a garantizar el triunfo ante esta tiranía criminal.
El tema de la ayuda militar extranjera ya es un sentimiento nacional, y sectores de la oposición se nieguen a este clamor nacional, lo cual es realmente detestable y deja ver claramente cuáles son sus oscuras intenciones ante la terrible realidad que vivimos. A ellos también les llegará la justicia.
¡VIVA VENEZUELA LIBRE!
Jesús Eduardo Salazar
@JessEduardoSa10
Coordinador municipal – DEM Barinas