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(Caracas. 06/05/2020) El diputado Luis Barragán refirió este miércoles que pese a las dificultades de encuentros presenciales, la Asamblea Nacional (AN) sigue avanzando respecto a los acontecimientos y planteamientos que han quedado pendientes, como el problema de la educación superior en Venezuela.

Por ello, los integrantes de la Fracción Parlamentaria 16 de Julio recientemente suscribieron el Proyecto de Proyecto de Ley Orgánica de Derechos, Deberes y Garantías de la Educación Universitaria, originalmente planteado por la asociación civil Aula Abierta, remitiéndolo a la Presidencia y Secretaría de la corporación legislativa. Argumentó que se trata de un hecho público, notorio y comunicacional que la representación asamblearia ha expresado.

Explicó el diputado Barragán que, al cumplir con todas las formalidades del Reglamento Interior y de Debates de la Asamblea Nacional (RIDAN), “la iniciativa reglamentaria sólo reivindica el aporte realizado por la sociedad civil organizada que, en las actuales circunstancias, no puede recoger las firmas personales y necesarias para la llamada iniciativa popular, sino que le da entrada oficial a la propuesta de la entidad no gubernamental del estado Zulia, aspirando a su integración al sistema automatizado e inmediata remisión a la comisión especializada del parlamento para su consideración”.

Además, el parlamentario arguyó que esta remisión oficial de los diputados de la citada fracción está orientada al cumplimiento del principio de publicidad formal de un instrumento ya conocido en las redes sociales, pero que requería de una diligencia específica y concreta para “entrar al torrente sanguíneo de órgano legislativo” y contribuir así a la primera discusión, cuando la plenaria lo estime conveniente.

“La labor parlamentaria – precisó – está encaminada no sólo a la atención de los problemas políticos más acuciantes e inmediatos, sino también de aquellos que no desaparecerán con la pandemia, debiendo tomar las previsiones necesarias, porque más temprano que tarde, habrá que responder al drama de la universidad venezolana. Drama que se acumula y agrava cada vez más y, al breve plazo, necesitará de leyes que faciliten sus elecciones realmente autonómicas e impostergables y, al más largo plazo, leyes orgánicas que la contextualicen y explique bajo las libertades públicas no menos urgidas”.

El diputado Barragán, en numerosas ocasiones, ha cuestionado el empleo de la virtualidad en la enseñanza universitaria y, al respecto, le preguntamos sobre la que hoy emplea la Asamblea Nacional, respondiendo:

“El parlamento es, ante todo, una experiencia presencial y, por las difíciles condiciones actuales ha apelado a los medios digitales para defender también la independencia de un órgano del Poder Público, pero – algo muy distinto – apreciamos que algunas autoridades universitarias se hicieron entusiastas promotoras del medio para congraciarse con la usurpación que así le interesaba, ahora absolutamente mudas cuando el régimen  no sólo les niega un salario real y humano para mitigar las necesidades del  docente, sino ante la inmensa brecha digital y la absoluta precariedad de las telecomunicaciones. Por cierto, en un futuro ojalá cercano, la autonomía universitaria debe materializarse, siendo capaz la casa de estudios de  financiar y obtener un cupo satelital para no depender, ni dejarse condicionar por el Estado en esa relación virtuosa del aula presencial como un elemento principal y del aula digital como un elemento accesorio”.