A lo largo de la historia, la humanidad ha sufrido grandes pandemias que han diezmado la población. En esas épocas oscuras, hemos visto tanto el amor, la valentía, la hidalguía y lo mejor de los ciudadanos, pero también se asoma lo peor, de quienes no desaprovechan ni un segundo para llevar a cabo sus siniestros planes de maldad sobre el mundo. A través de distintos reportajes, sentimos la preocupación de que el régimen, más que sentirse preocupado, solo busca el acrecentamiento de el control social; está situación les conviene más para aplacar el inmenso dolor y frustración que sienten los venezolanos por quienes nos han intentado callar en estas últimas décadas.
“¡Los ciudadanos no somos rehenes! En este caso somos población protegida, el ·Estado de emergencia· no es por sedición ni saqueos, sino porque la población debe ser aislada para mantener a raya una pandemia que no vino de nuestras manos ni es a causa nuestra.
En el caso del estado Guárico, tenemos una situación precaria para adquirir alimentos, ya que dependemos de los estados andinos para varios rubros; a pesar de que es uno de los sectores «exonerados», ya empieza la escasez de estos debido a que sí hay gasolina, pero se vende en dólares por bidones por quienes en uso de su chapa usurpadora, abusan una vez más y muestran de lo que están hechos, ¡de lo peor!
Quienes hoy usurpan el poder deben irse, es la solución a toda una tragedia que ha quitado más vidas que el Coronavirus. No a regañadientes, ni con atropellos, mucho menos aprovechándose de su chapa espuria para seguir pateando al ciudadano. Ahí caemos en otra pregunta, después de la destrucción de nuestra moneda, de nuestra producción, de nuestra industria petrolera, hasta del Estado mismo ¿Tienen ellos moral para exigir el uso de tapabocas a alguien que no tiene ni cómo comprar un pan? A quienes a duras penas pueden tener para comer una arepa con suero de desayuno, almuerzo y cena.
El ciudadano ha sido debilitado por políticas comunistas hasta llevarlo al extremo de no poder comprar lo que necesita en su dieta básica. Quedarse en casa, para la mayoría, es morirse de hambre junto a sus hijos, es una situación difícil debido a la grave crisis humanitaria en que nos metieron los comunistas y sus socios multicolores, debido al secuestro de las mafias usurpadoras del poder.
En estas situaciones, ante la ausencia del Estado, el ciudadano que no tiene opción, en modo supervivencia se encomienda a Dios desde hace 20 años, asume que no dejará de alimentar a sus hijos a pesar de cualquier riesgo. En una actitud heroica, muchas veces hasta dispuesto a enfermarse y dar la vida, sale a la calle a buscar el alimento que necesita en su hogar, eso demuestra una vez más que los venezolanos estamos dispuestos a todo por conseguir nuestra libertad, y que nuestro instinto es salir adelante contra todo y será por la fortaleza ciudadana que lo conseguiremos, desde el municipio José Félix Ribas, ¡Cuna de grandes hombres!, ¡No nos dejaremos Vencer!
Eudoro Padrino
Secretario Político de Vente Guárico.