Hablar de Venezuela para muchos es un tema ligero, pero hay quienes nos tomamos el tema con la profundidad que merece y en esa misma profundidad en ocasiones somos catalogados de radicales o extremista, pero es allí, donde encontramos la forma de provocar transformación, quizá hemos sido llamados a anunciar las cosas por su nombre y a señalar la verdad que en ocasiones el razonamiento por orgullo se niega aceptar…
En ese mismo orden de ideas, tenemos a Venezuela, país que alberga sol, playas, ríos, animales exóticos y demás, quienes salen de ella por lo general señalan que es un país único y hermoso, por su clima, por el trato entre sus ciudadanos entre otras características, pero también hay quienes señalan que es un país que está actualmente asediado por un Estado Criminal creado por Hugo Chávez y proliferado por Nicolás Maduro, la afirmación anterior mencionada puede ser suscrita en su totalidad por los políticos, pero lo vivido en la nación trasciende lo político, puesto que las demás esferas de la sociedad indican lo mismo, organismos de seguridad internacional, investigadores e inspectores privados y demás, para su confirmación, transite Venezuela y verá…
Ahora bien, ¿qué necesita Venezuela? Siempre nos hacemos esa pregunta cuando el caso Venezuela sale a flote, algunos dicen que se necesita: diálogos, elecciones, negociaciones, intervención otros, cooperación militar multinacional y también hay quienes dicen que se necesita un cambio de mentalidad. Si se profundiza en alguna de ellas se puede ver que la solución taxativa que se dan son un cambio de personas (cambio de gobierno) que ciertamente es necesaria pero el caso Venezuela no solamente pasa por el cambio político/gubernamental, este caso pasa por un cambio de refundación total el cual inicia por la mente.
Tenemos pues, que la mente es el principal motor que mueve todo, cuando lo trasladamos a aspectos macro lo llamamos sociedad o ámbito social, esta área en Venezuela se encuentra en un estado de descomposición, expertos en el tema como el Dr. Manuel Barroso, ex director de la Escuela de Psicología de la UCAB(2012) y consultor gerencial, en su obra: Autoestima del venezolano democracia o marginal, señala que el venezolano necesita un profundo cambio de mentalidad, para poder abordar el momento país en el que estamos, él precisa que mientras se tenga la viveza criolla, la marginalidad (mental), ignorancia (ausencia del conocimiento), orgullo entre otros, no se podrá avanzar como sociedad. Es decir, requerimos urgentemente de un profundo cambio integral. ¿Cómo pretendemos ser una república si los ciudadanos tienen una identidad des triangulada, si se tiene un adoctrinamiento con profundas ideas izquierdistas? Es una tarea sumamente difícil pero no imposible.
Si bien es cierto, el venezolano tiene pro y contra, pero es momento de sentarse y meditar profundamente como ciudadanos ¿qué queremos?, para llegar a ser el país prospero que deseamos primero nos urge cambiar la mente, es necesario difundir el conocimiento en todas sus expresiones o formas, sin mucho tecnicismo y con mayor enganche hacia el ciudadano promedio que carece del mismo.
Entonces, de nada servirá, cambiar gobiernos si los ciudadanos de la nación no comprenden a plenitud quienes son, qué quieren y hacia donde van o peor aún que todavía se tenga ese cuadro mental, que produce estancamiento, retroceso, ahora bien, nótese que no se está señalando a toda la sociedad venezolana, todavía hay un remanente que está bien cimentado en sus principios y que posee una identidad inamovible y que luchan desde todas las áreas por una Venezuela libre, productiva y completamente abierta a lo transformacional… Es tiempo de que sean visto quienes se mueven bajos principios éticos y morales, puesto que serán recompensados en su temporada.
Pero la pregunta del millón ¿cómo hacerlo? ¿cómo motivar la transformación integral en el venezolano? ¿cómo conducirla?, acá estimado lector algunas ideas:
El cambio de mentalidad inicia por un estado de conciencia en el que se reconoce el problema o los motivos por el cual llevan a la reflexión para un posible cambio, partiendo de allí, es necesario generar espacios de conversación que difundan ideas de libertad (conocimiento), ideas o pensamientos que motiven al cambio mental.
- Cree el espacio propicio para una conversación en donde se puedan exponer argumentos sólidos para una conversación transformadora.
- Llénese de paciencia para poder argumentar y contra argumentar, pero antes que todo escuche, siempre es bueno escuchar. Primero para saber si la persona está dispuesta a escuchar, el escuchar va más allá de prestar atención puesto que el escuchar te lleva a meditar, analizar procesar lo que se está simplemente oyendo.
- Comparta material audiovisual que lleve a la reflexión, pero profundice, hable de casos prácticos como vivencias propias que destruyan las ideas que no funcionan.
- Use un lenguaje tanto verbal como no verbal que denote atención, paciencia, dominio del tema, y autoconfianza en los argumentos por encima de todo, en ocasiones nuestras posturas hablan más que nuestras palabras.
- Utilice un vocabulario que implique la verdad, pero con palabras que alienten al cambio.
- Que tu vida sea un testimonio vivo de lo que enseñas. Enseña a tiempo y fuera de tiempo
- Muévete por principios, que tus principios sean un estandarte que llame la atención vence el mal con el bien, nunca se canse de enseñar el bien porque el testimonio tarde o temprano producirá sus frutos.
Nathaniel Perez
@RobinsonNathan_
Vente Joven Aragua