Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

Es la pregunta que los venezolanos mayores de edad y de cualquier nivel económico nos planteamos continuamente ante las graves calamidades y carencias éticas, económicas, sociales, políticas y hasta ambientales,  padecidas  en nuestro día a día, para las cuales no vislumbramos solución a corto y mediano plazo y que además nos impulsa a buscar en otras tierras la certidumbre y la satisfacción de nuestras necesidades primarias.

La formación andina que recibí en mi hogar, de lucha constante ante las adversidades, de abordar los problemas de manera frontal, con ética y con base en el logro del bien común, me hace pensar que la decisión de permanecer en Venezuela, es la más acertada, a pesar de lo difícil y desigual de la disputa ante un régimen que actúa sólo para garantizar  su permanencia en el poder.

Una dictadura irrespetuosa de las leyes y las reglas de convivencia, caracterizada por castrar nuestras libertades y derechos fundamentales, como ciudadanos venezolanos, con el único objetivo de imponer la sumisión, el miedo y la  dependencia absoluta a la  población, impidiendo que esta pueda exigit  una gestión pública que le garantice la vida, la calidad de vida y el derecho al desarrollo personal y colectivo.

Estoy totalmente convencida de que son los ciudadanos venezolanos, residentes en el país, quienes pueden lograr el cambio político, social, económico, cultural y ambiental, tan anhelado en un país dotado de grandes recursos naturales, los cual nos facilitaría la diversificación económica. Se trata de una población en edad productiva altamente preparada, con principios morales-éticos y con una única visión de país próspero, austero, moderno, responsablemente humano con nosotros mismos y con el resto del mundo .

Es necesaria la exigencia de un gobierno nuevo, cuya base sea la modernización de la educación y el desarrollo sustentable, reorientado en su papel como facilitador y controlador de las políticas públicas, responsable de planificar estratégicamente, y de manera consensuada, el país que todos aspiramos.

Debemos hacer la transición a un nuevo sistema, con una gestión pública transparente, cuyos controles eviten desviaciones en los resultados, estableciendo prioridades para la reducción sustancial de la pobreza, la recuperación inmediata de la infraestructura, la puesta en marcha del tejido productivo y del emprendimiento y  la recuperación de los  servicios públicos. Eliminemos la trágica renuncia al país y  desarrollemos una sana convivencia, feliz, solidaria, con oportunidades para todos.