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Venezuela está en el filo de que la crisis actual se transforme en caos inmanejable. La nación requiere con urgencia la sustitución del régimen actual y la formación de un Gobierno de Unidad Nacional que conduzca a una transición hacia la democracia, única capaz de adoptar los indispensables cambios políticos, económicos y sociales.

Esta transición debe asumir el compromiso de honor de atender, en primer lugar, los intereses del pueblo que hoy sufre los embates del hambre, la escasez, la inflación y la inseguridad,  y de conducir al país hacia elecciones libres, limpias y justas.

Hoy, como miembros de la Unidad democrática, sostenemos que es indispensable e impostergable hacer una urgente, profunda y franca reflexión y autocrítica sobre lo que hemos hecho y, sobre todo, lo que falta por hacer. Venezuela habló claro el 6 de diciembre de 2015, y estableció un mandato irrevocable para el reemplazo constitucional y urgente del régimen. Estamos responsablemente comprometidos a cumplirlo.

Ha quedado claro que la estrategia del régimen consiste en ganar tiempo para que si se ven obligados a realizar el referendo revocatorio, éste tenga lugar después del 10 de enero, vaciándolo de toda efectividad política. Por ello, los ciudadanos merecemos respuestas a las siguientes preguntas:

a)    ¿Cuál es la fecha máxima, tope, que toleraremos para que el CNE fije el referéndum revocatorio en este mismo año 2016?

b)    ¿Cuánto tiempo y vidas más habremos de perder los venezolanos, por culpa de la complicidad del CNE con un régimen electoralmente deslegitimizado.

c)    ¿Estamos decididos a hacer todo lo legal y legítimamente necesario para cumplir con el mandato popular del 6 de diciembre, por el cual la gente ordenó el cambio de régimen para Venezuela.

d)     ¿Le estamos ofreciendo al país la unidad, amplia e incluyente, que los venezolanos reclamamos y que se requiere para derrotar la dictadura militar.

e)    Si usando al CNE como esbirro, el régimen impide la realización del revocatorio en 2016, ¿qué estamos dispuestos a hacer en defensa de nuestro derecho constitucional?

Los venezolanos merecemos respuestas honestas, precisas, valientes e inmediatas a estas preguntas. Tenemos una oportunidad histórica que no podemos dejar pasar. Hay que llamar las cosas por su nombre: enfrentamos una dictadura militarista, mafiosa y corrupta, que está acorralada y actúa con desenfreno; sin importarle el costo político de sus atropellos. No podremos derrotarla si permitimos que los autócratas se disfracen de demócratas.

Cada día que pasa es más evidente que el régimen ha decidido cerrar todas las vías institucionales para avanzar en el cambio de régimen político, al desconocer la Soberanía popular representada por la Asamblea Nacional e impedir el Revocatorio en 2016. Aplazarlo al 2017 sería una  maniobra continuista para mantener a las mafias en el poder.

Es hora de asumir que debemos hacer lo que debemos hacer, y desde Vente Venezuela proponemos y exigimos:

  1.     Ejercer el derecho constitucional a desacatar toda disposición gubernamental que viole la Constitución, y que contravenga los derechos políticos, la libertad, la dignidad; y ponga en peligro la vida de los venezolanos. Es la hora de la desobediencia civil.
  1.     Desarrollar la unidad superior que reclama este momento. Articular a todos los sectores democráticos, políticos y sociales de la nación, en la Unidad más profunda, para un gran Movimiento Nacional de recuperación de la libertad y la democracia.
  1.     Acordar, en el seno de la Unidad democrática, cuál será el día tope que le daremos al CNE y al régimen para fijar el revocatorio en el 2016.
  1.     Si se viola el día tope, que fijaremos, deberemos convocar la movilización plena de todos los sectores, en Caracas y en toda Venezuela
  1.     Prepararnos para constituir un Gobierno de Unidad Nacional, del que formarán parte todos los sectores que claramente aboguen por la democracia en el país; y por un gobierno capaz de acometer las urgentes tareas de estabilización y recuperación económica, que merecemos los venezolanos.

Conciudadanos: el hambre no espera, y la libertad es nuestro derecho inalienable.

Venezuela se rebela en todo su territorio y en todos sus sectores.

Es la hora de la desobediencia civil nacional.

Unidos, conquistaremos la paz, la prosperidad y la libertad.